La ciudad más concurrida de la costa atlántica durante la temporada vive horas de tensión. A lo largo de la semana, choferes de taxis y remises realizaron un paro de actividades que terminó este viernes con un corte parcial de la Ruta 2.
En ese marco, el intendente Guillermo Montenegro salió al cruce al asegurar que los sancionará a los manifestantes aplicando multas y quitándoles sus licencias. “Esto ya lo vivimos, la ciudad no solamente estuvo en situación de paro, estuvo en situación de rehén. Hay un sector que entiende que los métodos mafiosos y de apriete en la Argentina son los que valen, y toman la decisión de dejar de rehén no a un gobierno, sino de bloquear una ciudad” criticó Montenegro.
Con una temporada en pleno desarrollo, los taxistas y remiseros decidieron manifestarse oponiéndose a la llegada de aplicaciones como Uber, Cabify y Didi “al ver amenazada la fuente de trabajo”, según comentaron algunos de los manifestantes que participaron en el corte del viernes. Por este motivo, se ubicaron en las calles Libertad y 14 de Julio. Las banderas negras y amarillas coparon el lugar y no solo pararon y marcharon, sino que avanzaron con una denuncia contra Montenegro ante la Justicia por supuesto “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Sucede que, según los conductores, existe en la ciudad balnearia una total la falta de control sobre los vehículos que utilizan aplicaciones de viajes.
El intendente, por su parte, decidió responder con dureza y, en diálogo con una radio local, aseguró: “Este tipo de situaciones tienen que terminar, no podemos vivir en la Argentina del apriete y de las mafias". "Buscan poner de rehén a todos los marplatenses, que se esfuerzan trabajando todo el año para tener una buena temporada. Esto no tiene que ver con el paro, tiene que ver con el método” resaltó Montenegro.
“Estas personas cometen delitos, por eso tomamos la decisión de llevar adelante las denuncias correspondientes con las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Los trabajadores que prestan este servicio público no son todos iguales, hay muchos que quieren salir a trabajar y no lo hacen por miedo”, afirmó.
En sus reclamos, los trabajadores vehiculares piden "que el Poder Ejecutivo local controle y haga cumplir la actual legislación vigente que prohíbe las aplicaciones” según señalaron desde la CGT local. El control del accionar de las plataformas digitales, que ofrecen traslados dentro de la ciudad balnearia, se encuentra enmarcado dentro de la ordenanza N.º 23.928, la cual no está siendo tratada por el concejo deliberante. Fernando Herrera es el representante legal de quienes reclaman, y al manifestarse públicamente, aseguró que el sector de taxis y remises “siempre está dentro de la ley” y subrayó que el reclamo busca que el intendente y los funcionarios “cumplan con la normativa vigente”.
Montenegro demostró su enojo y repartió frases de disgusto: “Mas allá de la discusión de fondo, el debate es una cuestión que va más allá y no es de Guillermo Montenegro, es una discusión de todos los marplatenses. Hay un grupo de personas que comunicó que los turistas no vengan porque no van a poder entrar o salir. La irracionalidad del método, tiene que ver con prácticas mafiosas de apriete y extorsión. Ese apriete es el bloqueo a una ciudad” dijo, visiblemente ofuscado. Al respecto, el representante de los taxistas remarcó que “habrá vías alternativas para poder salir e ingresar de la ciudad”.
“Si nosotros no trabajamos, no cobramos” fue uno de los reclamos más recurrentes entre los manifestantes que decidieron paralizar sus actividades. Por su parte, los dirigentes del oficialismo marplatense también decidieron salir al cruce. “Es necesario buscar alternativas” subrayó al respecto el presidente del bloque marplatense de Juntos por el Cambio, Agustín Neme. A su vez, justificando la presencia de las aplicaciones de viajes dentro de la ciudad, señaló que “la realidad de Mar del Plata es diferente a la de hace tres años” ya que existe “una demanda en el transporte” porque “en estas épocas la ciudad duplica su población estable”.
Pablo Sánchez, uno de los taxistas que participa de los reclamos callejeros, fue contundente al dialogar con una radio local: “Nosotros somos democráticos. Si Montenegro suspende las licencias, pintaré el auto de rojo, me haré un perfil trucho y saldré a manejar Uber, total él lo permite. No hay poder de control de la intendencia, eso estamos reclamando” aseguró Sánchez, quien, a su vez, cargó contra Montenegro: “Así como él dice que hay taxistas que tienen miedo, yo digo que hay concejales que tienen miedo y votan otra cosa. ¿Todos piensan siempre igual y en bloque? ¿Por qué no llevan a comisión el tratado de Angélica González que busca habilitar las plataformas? No conozco ningún taxista que tenga miedo” afirmó.
Ante la acusación el intendente de General Pueyrredón, quien dijo que esta medida “pone de rehén a los marplatenses, el taxista volvió a la carga: “Nosotros somos marplatenses, no somos paracaidistas de otras provincias que vienen a sacarnos el trabajo. Yo defiendo mis derechos y el trabajo que mantiene a mi familia, Montenegro permitió que esta temporada se infecte de transporte ilegal, es un incapaz” sentenció.