La Justicia de La Pampa resolvió este jueves que Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigail Páez son culpables de asesinar al menor Lucio Dupuy, de 5 años. Si bien aún no se leyó la sentencia, que se dará a conocer el 13 de febrero, la única pena prevista para este delito es la prisión perpetua

Espósito Valenti, mamá de Lucio, fue considerada "autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento".

Mientras su pareja, Páez, fue hallada "autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal ejecutado con un objeto fálico agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad aprovechando la situación de convivencia como delito continuado".

Sin embargo Valenti fue absuelta en este cargo de "abuso sexual agravado". 

Las penas que le cabrán a cada una de las acusadas se conocerán el lunes 13 de febrero a las 8. Según el Código Penal argentino, la única pena contemplada para el homicidio agravado es la de reclusión perpetua.

Hubo una movilización para acompañar la lectura del veredicto

Desde primera hora del jueves, vecinos se congregaron para acompañar a la familia Dupuy que fue convocada por Christian, padre de Lucio.  Estuvo presente la monja Martha Pelloni y personas de La Pampa, Córdoba, Mendoza y Santa Fe.

En ese contexto, las autoridades en seguridad de La Pampa diagramaron un operativo en los alrededores de los tribunales de Santa Rosa. 

"El Comando jefatura está planificando y diagramando un operativo conforme a las circunstancias del caso, en razón de que las imputadas no estarán presentes en la lectura del veredicto", informó a Télam una fuente del departamento de Relaciones Públicas de la Policía de La Pampa.

Las acusaciones de la Fiscalía y qué dijeron las defensas de las imputadas

Lucio fue asesinado a golpes el 26 de noviembre de 2021, en la vivienda de la calle Allan Kardec al 2300 de Santa Rosa, donde residía con su madre y la pareja de ella. Murió en el hospital Evita de la capital pampeana.

El juicio comenzó el 10 de noviembre pasado y se desarroolló a puertas cerradas. Los últimos días de diciembre se conocieron los alegatos de la fiscalía y de las defensas de las acusadas, además de las últimas palabras de las mujeres.

Espósito Valenti, fue acusada por el equipo de fiscales integrado por Walter Martos, Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Máximo Paulucci, de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía".

A Páez, en tanto, el MPF le imputa el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la guardadora, con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía".

La defensora oficial de Páez, Silvina Blanco Gómez, consideró que no existió un homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no tuvo intencionalidad, ya que la imputada —que admitió haberle pegado a Lucio— no buscó asesinarlo. 

Por ese motivo, en su alegato, enumeró siete conductas que la imputada ejecutó para evitar la muerte del niño: la práctica de RCP para reanimarlo, su traslado a la posta sanitaria del barrio Atuel, la búsqueda de ayuda en la policía y haberlo llevado al hospital Evita, entre otras.

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