El monotributo tecnológico ingresó al temario de las sesiones extraordinarias de Diputados. Lo pagarán aquellas personas que vendan sus servicios al exterior declarando sus ingresos. Precisamente, el proyecto de ley busca generar incentivos a la declaración de esos ingresos a través de un tipo de cambio más favorable y facilitando el acceso a las prestacioes sociales del empleo registrado.
De acuerdo al texto original que se presentó en el Congreso, el monotributo tecnológico cuenta con tres categorías: hasta 10.000 dólares anuales de ingreso, desde esa cifra hasta 20.000 dólares anuales, y una tercera desde ese escalón hasta 30.000 dólares. De modo que las y los trabajadores de gama alta, que cobran hasta 70.000 dólares por año, quedarán seguramente por fuera de la medida.
Mediante el acceso a prestaciones laborales, como la obra social y los aportes jubilatorios, se busca mejorar el salario de las y los profesionales que operan en la informalidad buscando que cobren sus servicios al exterior a un tipo de cambio más cercano al valor del dólar MEP o blue. El gobierno ya había lanzado en 2022 medidas para que las empresas que operan en estas actividades pudieran liquidar parte de sus exportaciones por fuera del dólar oficial. Se trata del tercer complejo exportador de Argentina detrás del agroindustrial y automotor.
Sector en expansión
Según datos de Argencon, la cámara que nuclea a los representantes del sector, los servicios basados en conocimiento (SBC) generaron exportaciones por 6.400 millones de dólares en 2021. Entre ellos se destacan los servicios relacionados con el comercio, la publicidad, la contabilidad, ingeniería y otros vinculados con la informática y la información, materiales audiovisuales, diseño, ciencias médicas, etc.
Ese año los SBC se consolidaron como el tercer complejo exportador del país, con un enorme potencial de crecimiento y representaron cerca del 8 por ciento del total de bienes y servicios vendidos en el año. Entre las empresas más importantes que exportan conocimiento se encuentran: Accenture, dedicada a servicios estratégicos a empresas; Globant, vinculada con el software y la informática; las gigantes de la auditoría y la contabilidad PWC, Ernest & Young y Tax&Legal, y otras dedicadas a la biotecnología como Laboratorios Bagó y el Invap. Por otro lado, están los freelancers.
El informal mundo freelance
Para las y los profesionales que operan por cuenta propia exportando servicios producidos en el país y consumidos en el exterior es un problema la liquidación de sus honorarios por la vía formal, dada la brecha cambiaria de 188 pesos el dólar oficial contra 370 pesos el financiero CCL; por eso utilizan canales alternativos.
La mayoría de las y los trabajadores con ingresos medios, de 1.500 a 2.000 dólares mensuales, opera trayendo el dinero con criptomonedas que se liquidan en las billeteras digitales más conocidas al tipo de cambio blue. Otro canal usual es abrir una cuenta bancaria en Uruguay para retirar los dólares cash allá para luego venderlos al tipo de cambio blue en territorio argentino.
También esta disponible la opción de liquidar hasta un límite de 1.000 dólares mensuales en una cuenta bancaria local al tipo de cambio Mep: esta fue una medida lanzada por el gobierno en 2022 pero tuvo dificultades para operativizarse y desilusionó a más de uno que luego no pudo utilizar el dinero, mencionan fuentes del sector.
Otra alternativa surgida recientemente es operar con tarjetas de crédito que cobren el dólar turista de 338 pesos. Esa posibilidad originalmente disponible para turistas extranjeros puede ser usada por residentes que tengan tarjetas o medios de pago globales. Payoneer y PayPal son un ejemplo. Se trata de circuitos bastante aceitados, sostienen fuentes del sector, que consideran que la propuesta del monotributo tecnológico “se demoró” por lo menos un año.
Beneficios del proyecto
Página 12 conversó con María Apólito, especialista en innovación y economía del conocimiento, quien evaluó la medida como favorable ya que permite “darle un marco normativo a algo que viene sucediendo: que por la brecha hay más incentivo a trabajar para el exterior y cobrar dólares en negro en vez de trabajar en empresas argentinas”.
Otro aspecto que destaca es que mejora la recaudación fiscal, aunque advierte que difícilmente resuelva el problema de la “fuga de talentos”. Esa competencia se da a nivel global, especialmente en el rubro de programadores, donde se compite por mejores salarios y llevan la delantera los países que son potencia del mundo. “En España donde no hay brecha, también tienen el problema de la fuga de talentos, hacia Alemania o Estados Unidos”, sostiene Apólito y agrega que “los salarios del sector de SBC le ganaron a la inflación en Argentina, como muchos otros empleos formales, pero eso no quiere decir que sean salarios competitivos a nivel internacional”.
El mundo del software opera con altas tasas de rotación, pero en Argentina esas son mucho más elevadas, agregan fuentes del sector: las empresas locales pagan salarios acordes con la liquidación de exportaciones al dólar oficial. Así, las compañías tratan de mantener a los puestos senior ofreciendo grandes beneficios y salarios en dólares pero la rotación es muy elevada entre los analistas junior. Además, teniendo en cuenta la brecha cambiaria, son tareas que conviene hacer de manera freelance. Es interesante analizar el rol de los sindicatos a futuro en este sector.
Apólito menciona algunas medidas tomadas en 2022 por el gobierno para impulsar al sector de los SBC. Destaca el Régimen de Fomento de Inversiones que establece la libre disponibilidad de hasta el 20 por ciento de las divisas que se inviertan en el sector en proyectos de hasta 3 millones de dólares, y también habilita que hasta el 30 por ciento del incremental de exportaciones pueda no liquidarse en el mercado oficial, siempre que dichos recursos se usen para pagar salarios. Eso último ayuda a resolver el problema de la fuga de talentos pero, aclara Apólito, no todas las empresas del sector son exportadoras: apenas el 14 por ciento del total.
Para beneficiar a las exportadoras también en 2022 el gobierno había eliminado las retenciones al sector, medida que siguió el cauce de rebaja gradual contenida en la Ley de Economía del Conocimiento, actualizada en 2020. Las retenciones al sector las aplicó por primera vez Cambiemos en 2018 y fueron del 12 por ciento, fueron bajaron año tras año y tuvieron otro recorte en el marco de la Ley de Solidaridad por el Covid. A partir de 2021, con retenciones cero, las exportaciones de SBC tuvieron un crecimiento exponencial y alcanzaron su mayor registro desde 2011. Se estima que en 2022 hayan alcanzado los 7.000 millones de dólares.