Una explosión a la hora del rezo en una mezquita dentro del cuartel general de la policía de la ciudad de Peshawar, en Pakistán, dejó almenos 61 muertos y alrededor de 150 heridos. Según los reportes de testigos, muchos sobrevivientes emergieron de entre los escombros tras el derrumbe.
Ocurrió dentro del cuartel general de la policía de Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán, una de las zonas mejor vigiladas de la ciudad y que alberga las sedes de las diferentes agencias de inteligencia.
Según la policía, la explosión se produjo en la segunda fila de los fieles que estaban rezando, segundos después de que el imán comenzara la plegaria. Al lugar fueron movilizados equipos de desminado por los temores de que se haya tratado de un atentado suicida.
"Vi una humareda negra subir al cielo. Salí corriendo para salvarme", relató Shahid Ali, un policía de 47 años que sobrevivió. "Todavía escucho en mi cabeza los gritos de la gente. Gritaban pidiendo ayuda", sumó.
En el lugar hay una vasta operación de rescate en marcha, lanzada por los bomberos con la ayuda de maquinaria para despejar los escombros. "Hay muchos policías enterrados bajo los escombros", dijo el comandante de la policía de Peshawar, Muhammad Ijaz Khan, que estimó que habitualmente entre 300 y 400 oficiales asisten a la plegaria.
Tras el ataque las autoridades paquistaníes decretaron alerta máxima en todo el país. En Islamabad se colocaron francotiradores para proteger algunos edificios y en los puntos de acceso.
El incidente se produjo el mismo día en que estaba programada una visita a Islamabad del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed ben Zayed Al Nahyan. El desplazamiento fue anulado a última hora este lunes, oficialmente debido a las lluvias.
Para mañana está prevista la visita de una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un desbloqueo de un préstamo para evitar que el país caiga en una moratoria.