Desde hace diez días, militantes del Movimiento Popular La Dignidad recorren supermercados de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano relevando el cumplimiento del programa Precios Justos. La situación que encontraron, tras controlar las góndolas de 125 locales, es que hay grandes productores de alimentos que no están cumpliendo con el abastecimiento de los productos del programa. Molinos Río de La Plata, Unilever, Molino Cañuelas, Ledesma y Arcor encabezan el ranking de los faltantes detectados.
Los relevamientos son realizados en momentos en que el ministro de Economía, Sergio Massa, negocia con las empresas una renovación por cuatro meses del Precios Justos, que congeló hasta fines de febrero los precios de cerca de 2.000 productos, con resultados en la reducción de la inflación.
Durante el mes de enero, el sindicato de Camioneros participó del monitoreo de Precios Justos en centros de distribución supermercadista y grandes proveedores. También el Movimiento Barrios de Pie, luego de reunirse con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, hizo una campaña en la puerta de los supermercados de Mar del Plata, para difundir el uso de la app de Precios Justos. Ambas acciones fueron presentadas por los grandes medios como si se hubiera tratado de actos patoteriles.
"Se han dicho estupideces y barbaridades. Algunos decían que los camioneros íbamos a actuar como las fuerzas de Putin en Ucrania, arrasando los supermercados si esos comercios no cumplían con los precios", se quejó este fin de semana Pablo Moyano, secretario adjunto del sindicato de Camioneros.
Como fuera, el Movimiento Popular La Dignidad se sumó a los relevamientos. “Nosotros hacemos estos controles por cuenta nuestra, de manera independiente a la secretaría de Comercio y al estado nacional; pero a estos mismos controles los hace el estado nacional, los hacen los municipios y el gobierno de la ciudad y todos encontraron lo mismo, sólo que no lo difunden. No difunden que el aceite de Precios Justos no está en las góndolas, que escasea el azúcar de Ledesma y los tomates de Arcor”, enumeró Rafael Klejzer, titular del MP La Dignidad.
Klejzer es un dirigente social que viene de la izquierda; en 2019 se sumó con el MP La Dignidad y otras organizaciones de la UTEP al Frente de Todos, y hasta noviembre ocupó un cargo en la Secretaría de Economía Social. Allí fue uno de los impulsores de la creación de una empresa nacional de alimentos, un proyecto que no se concretó. Klejzer dejó su cargo luego de ser criticado por haber hecho, con el MP La Dignidad, una protesta frente al restaurante de Roberto García Moritán, legislador porteño de Juntos por el Cambio y marido de Pampita Ardohain.
Los supermercados
El relevamiento del MP La Dignidad controló 100 productos de gran salida del programa Precios Justos --que tiene 1500 productos con precios acordados--.
Participan en los relevamientos 80 personas por día, que usan la app de Precios Justos, que permite ver los precios acordados y realizar denuncias.
Además de identificar a las empresas productoras de los principales faltantes, el MP La Dignidad reveló en qué cadenas de supermercados es más difícil encontrar los productos de Precios Justos. Los resultados difieren en Capital Federal donde los locales peor abastecidos son los Día. En la provincia de Buenos Aires encabeza el listado de faltantes Chango Más, seguido por Día.
"Recorrimos 125 supermercados y no tuvimos problema en ninguno, contrariamente a lo que plantean los medios hegemonicos. Hubo cero problemas porque la gente va identificada, preparada, con un listado de los productos a controlar y lleva en el celular la aplicación de la secretaría de Comercio", aseguró Klejzer.
Los antecedentes
Cuando se creó la app, uno de los principales problemas en las góndolas era que los productos estaban mal señalizados --por ejemplo, productos de precios altos eran puestos en el lugar donde se promocionaba un precio cuidado--, o aparecía el producto pero con otro peso --lo que facilitaba la confusión del consumidor--. Ahora, en cambio, el principal mecanismo que se ve para evadir el acuerdo de precios es retacear el abastecimiento. Es decir que el espacio en la góndola existe, el precio acordado también está a la vista, pero la góndola está vacía.
A mediados de enero la propia Secretaría de Comercio había encontrado este mecanismo en sus relevamientos. Los mismos productos con precios acordados que faltaban en los supermercados de las grandes cadenas podían ser encontrados sin mayor esfuerzo en los almacenes de barrio y los chinos, donde el programa de Precios Justos no rige. Sin embargo, en la Secretaría aseguran que el nivel de abastecimiento del programa ronda el 70 por ciento.