En las últimas semanas, la Unión Europea (UR) sufre escasez de medicamentos en el marco del intenso invierno que se vive en el hemisferio norte. En este contexto, antibióticos como la amoxicilina, así como jarabes o comprimidos para aliviar el resfriado, la gripe y otras infecciones respiratorias se convirtieron algunos de los que más faltan en las farmacias.
Según la Comisión Europea, son varias las razones de este hecho, aunque las autoridades afirman que "no hay riesgo de que los expendios se queden sin opciones".
"Las principales causas que se han identificado son el fuerte aumento de la demanda debido al incremento de las infecciones respiratorias y la insuficiente capacidad de producción. Como estos productos se autorizan a nivel nacional, las autoridades competentes ya están aplicando medidas paliativas", expresó la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides
Entre las medidas para atravesar esta situación se ha recomendado vender equivalentes genéricos o un medicamento similar, según el tipo de diagnóstico. También se llamó a la población a no acumular remedios en sus casas.
En tanto, en algunos países, se ha llegado cambiar algunas fórmulas, como convertir los comprimidos en jarabes para que los niños puedan tomarlos.
"La disponibilidad de las formulaciones pediátricas suele ser menor que la de los comprimidos ordinarios que se pueden tragar. Con el aumento de las infecciones en menores, la presión sobre la disponibilidad de la formulación pediátrica es mayor que en el caso de las formulaciones para adultos", apuntó Steffen Thirstrup, director médico de la Agencia Europea de Medicamentos.
Por otro lado, recién en marzo, la Comisión Europea propondrá una revisión de la legislación farmacéutica de la UE que incluirá obligaciones más estrictas para satisfacer el suministro, notificaciones anticipadas de desabastecimientos y retiradas, y mayor transparencia respecto a las existencias.
En busca de "medidas adicionales"
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) subrayó el viernes pasado que está siguiendo de cerca y respondiendo a la escasez actual de antibióticos que afecta a la UE y está cooperando con las autoridades nacionales para investigar si se pueden tomar “medidas adicionales” que mitiguen el impacto de este problema.
En un comunicado, al que se suman los jefes de las agencias nacionales de medicamentos, estas instituciones recuerdan que la escasez de fármacos ha sido “un problema de salud pública constante” y la situación en la UE se ha visto “exacerbada por eventos o tendencias geopolíticas como la guerra en Ucrania, la crisis energética y las altas tasas de inflación”.
“Se han aplicado varias medidas a nivel de los Estados miembros para garantizar que los pacientes puedan recibir el tratamiento adecuado”, agregan.
La nota también asegura que, según la información actual de las empresas, “se espera que la situación mejore en los próximos meses”, y recuerda que es importante que los antibióticos se utilicen con prudencia para mantener su eficacia y evitar la resistencia a los antimicrobianos.
“Solo se deben recetar para tratar infecciones bacterianas. No son adecuados para el tratamiento de infecciones virales como el resfriado y la gripe, donde no son efectivos”, señalan.
No obstante, la EMA asegura que estos problemas también afectan a países fuera de la UE, subraya la importancia de la “transparencia” en relación con la escasez y destaca la necesidad de que todas las partes se comuniquen de manera “objetiva y responsable para evitar cualquier preocupación pública indebida”.