El líder del principal partido de la oposición en Grecia, Alexis Tsipras, pidió este martes la disolución inmediata del Parlamento griego y la convocatoria de elecciones anticipadas dentro de tres semanas, por un escándalo de escuchas a políticos, militares y periodistas por parte de los servicios secretos. El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, logró superar el viernes pasado una moción de censura presentada por el izquierdista Syriza.
"No vamos a legalizar esta desviación"
El gobierno de Mitsotakis "no debe quedarse ni un minuto más en el poder", afirmó Tsipras en una rueda de prensa en la que anunció que se abstendrá de toda votación en el Parlamento heleno. "Este gobierno para nosotros y para cada ciudadano democrático ha caído moral y políticamente. No vamos a legalizar esta desviación sin precedentes", señaló el líder del partido de izquierda.
Tsipras remarcó que a partir de este martes su partido se abstendrá de toda votación en el Parlamento heleno, a excepción de sus esfuerzos para llevar adelante un proyecto de ley que contempla prohibir la participación de partidos neonazis en las elecciones. "Mientras el primer ministro se niegue a hacer lo obvio, a apelar al juicio del pueblo griego por lo que ha cometido contra la democracia y el Estado de derecho, Syriza no legitimará el trabajo legislativo de un gobierno que produjo una desviación democrática", señaló el referente de la oposición.
Moción de censura esquivada
El viernes Mitsotakis superó una moción de censura que había presentado Tsipras un día después de que el director de la Autoridad para la Garantía de la Privacidad de las Comunicaciones (ADAE), Jristos Rammos, confirmara mediante una carta que los servicios secretos helenos escuchaban el actual ministro de Trabajo y extitular de Energía y Medio Ambiente, Kostís Jatzidakis, y a la cúpula militar del país, incluido el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Konstantinos Floros.
Rammos confirmó que estas personas fueron observadas gracias a la información que consiguió de los operadores de telefonía que habían efectuado las escuchas a pedido del Servicio Nacional de Inteligencia (EYP). Pese a ser una de las personas que fueron escuchadas según la ADAE, el ministro Kostís Jatzidakis apoyó durante el debate previo a la votación al primer ministro y señaló que "no lo puede relacionar en absoluto con este caso".
La moción que requería la mayoría absoluta de 151 votos (el Parlamento tiene 300 escaños) fue rechazada por los 156 diputados del partido Nueva Democracia de Mitsotakis, mientras que toda la oposición votó a favor. Durante el debate previo a la votación, Mitsotakis evitó arrojar luz sobre el escándalo y negó una vez más que conociera y mucho menos ordenara a los servicios secretos (que el primer ministro supervisa directamente tras una reforma legal aprobada apenas asumió el poder Nueva Democracia) a observar a políticos, militares, periodistas o empresarios.
En cambio, el primer ministro acusó a la oposición de tratar de crear "una atmósfera tóxica y polarizadora", y con la mirada ya puesta en las elecciones, le reprochó no tener propuestas concretas para el futuro del país. Por su parte, Tsipras acusó a Mitsotakis de ser el "coordinador" de las escuchas, un caso que constituye una "violación del Estado de derecho sin precedentes", mientras recalcó que si el primer ministro sigue evitando arrojar luz sobre el escándalo, eso significará "una nueva confesión de culpabilidad" por su parte.
Las próximas elecciones en el horizonte
Los medios griegos vienen publicando hace meses los nombres de políticos, incluidos ministros del partido gubernamental, periodistas, dirigentes empresariales y militares que supuestamente fueron escuchados por el EYP. Tras la confirmación oficial por parte de ADAE, el vocero del Ejecutivo arremetió contra el director de la Autoridad y señaló que es posible que existieran “redes oscuras” en los servicios secretos que actuaran por su cuenta, sin que el primer ministro tuviera constancia.
El caso de las escuchas estalló en julio pasado cuando Nikos Androulakis, un eurodiputado y jefe del partido socialista griego, interpuso una denuncia asegurando que en varias ocasiones alguien había intentado infectar su celular con el software Predator. El escándalo condujo a la renuncia del jefe de los servicios secretos y a la de un sobrino y consejero del primer ministro.
Aunque el escándalo repercute directamente sobre la figura de Mitsotakis, hasta el momento no parece que haya tenido un impacto significativo en el apoyo de los ciudadanos hacia el partido gubernamental, que en los sondeos de opinión pública sigue liderando con una media de siete puntos sobre Syriza.
Sin embargo, lo que sí es un golpe para Nueva Democracia es que el escándalo ha mermado, por no decir eliminado, la posibilidad de formar una coalición con los socialdemócratas de Pasok-Kinal, tercera fuerza política. Esto en caso de que no obtengan de nuevo la mayoría absoluta en los próximos comicios, cuya fecha aún no ha sido anunciada, pero previstos en algún momento de la primavera, entre abril y mayo.
En su conferencia de este martes, Alexis Tsipras señaló que el tema del funcionamiento democrático del país planteado la semana pasada por Syriza en el Parlamento ya no es solo una preocupación de los parlamentarios, sino también de los diez millones de griegos. En este contexto, el referente de izquierda llamó a las fuerzas opositoras "a dejar de lado cualquier diferencia y crear un sólido muro de defensa de la democracia".