El reproche de Pablo Javkin al Gobierno nacional por llevar fibra óptica a las prisiones federales, origen de buena parte del crimen organizado, escaló en pocas horas a un contrapunto con autoridades del Enacom que acusaron al intendente rosarino de ser ignorante en el asunto y de pretender utilizarlo políticamente, en tanto su campaña a gobernador que ya despliega de manera tácita. Y éste habilitó otro round verbal al replicar sobre la réplica: aceptó que la obra del Programa de Conectividad para el Servicio Penitenciario Federal depare una mejora para la realización de audiencias procesales de manera virtual, pero señaló que el Estado no hace inteligencia criminal intramuros, y deja librada la génesis del delito a la voluntad de los convictos y la connivencia de guardiacárceles. 

El delegado del Ente Nacional de Comunicaciones en Rosario, Franco Balzaretti, no dejó micrófono sin atender para contestarle a Javkin. “Está politizando algo, convirtiendo en malo algo que es bueno. Nadie en sus cabales le daría conectividad a los presos”, aclaró el funcionario nacional ante la alarma disparada anteayer por el jefe municipal sobre la dotación de fibra óptica para penales federales. 

El programa de conectividad se propone mejorar la realización de audiencias imputativas y declaraciones procesales de los encausados desde su lugar de reclusión, para evitar en lo posible traslados a sede judicial. 

Por eso Balzaretti se enojó con Javkin. En Radio Nacional lo acusó de ser "irresponsable por hacer lo contrario a llevarle tranquilidad a la gente". 

Por Radio Sí le devolvió gentilezas: "Javkin aprovecha para embarrar la cancha porque la ciudad esta tan mal que lo único que hace es sembrar mentiras para perjudicar a otros sectores. Parece un comentarista de la realidad, una realidad que él cree o que le cuentan porque es una irresponsabilidad salir a decir lo que dijo, que los presos van a tener conectividad".

Un director del Enacom, Gonzalo Quilodrán, enseguida atendió al rosarino por Twitter: "Es una vergüenza el desconocimiento del intendente en cuanto a conectividad en servicios penitenciarios", posteó. 

“El programa de conectividad busca la toma de declaraciones directamente desde los penales en lugares acondicionados para tal fin, sin que los reclusos tengan acceso a dicha conectividad para otra actividad ni en otro momento”, detalló. Y agregó: “Con indagatorias virtuales se reduce las salidas de los reclusos de los penales. Que los presos estén siempre adentro del penal es sinónimo de más seguridad”.

Pero Javkin no se arredró ante el señalamiento del Enacom sobre su error. Insistió en marcar la letra fría de la resolución del Enacom. La norma justifica la mejora de conectividad para facilitar el contacto de los reclusos con "familiares y allegados". Y eso encrespó a Javkin: "¿¡Quiénes son los allegados?!", se indignó. 

“Lo que es una vergüenza –contrarrestó el jefe municipal– es que un área de jerarquía como el Enacom no sepa que el Ministerio de Justicia ha disuelto el área de inteligencia criminal penitenciaria. El problema no está en las audiencias virtuales, sino en cómo termina después. Lo que se hace para mejorar las audiencias virtuales termina mejorando la conectividad de los que están condenados para organizar delitos", afirmó.

El titular del Palacio de los Leones también acaparó la atención de la prensa ayer, en el epicentro de la polémica ya desatada. Y machacó en lo que otrora marcaban sus antecesores del Frente Progresista: la estigmatización de Rosario como ciudad violenta y dominada por el crimen organizado. 

Hasta polemizó con el entrenador de Central, Miguel Ángel Russo, quien había dicho la semana pasada que no pudo traer algunos futbolistas de refuerzo porque sus parejas se negaban a radicarse en Rosario debido al nivel de violencia urbana propalado por la prensa.

"No tienen idea de lo que pasa en Rosario, como tampoco en el conurbano o Capital, donde pasan cosas peores. El 95% de los hechos graves se organizan desde los penales. ¿Le vamos a dar más conectividad? ¿Quién garantiza que no se va a usar para eso? ¿O se me ocurrió a mí que hay celulares? No se puede ser tan ingenuo", despotricó ayer de mañana en una conferencia realizada al mediodía. 

"Este no es un problema que originamos los rosarinos –prosiguió–. Somos víctimas de ser un enclave logístico de un país que no controla el narcotráfico, no escucha a los presos en las cárceles, no enfoca su trabajo en controlar".

De Russo marcó que él eligió vivir en Rosario, y que "habla mal de la ciudad para tapar una dificultad dirigencial: lo que yo hago mal es mi responsabilidad, no de la ciudad", fustigó Javkin.