El asado del martes en Merlo, que se dio en medio de fuertes tensiones al interior del FDT, significó una señal de ordenamiento del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Allí, los intendentes de la primera y tercera sección electoral; el ministro de Economía, Sergio Massa; el gobernador, Axel Kicillof; el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, conversaron por largas horas y llegaron a la conclusión de que este 2023 la fórmula del peronismo en la provincia más importante del país, tiene que ser nuevamente Axel Kicillof- Verónica Magario. La presencia del jefe de gabinete, Martín Insaurralde, significó una señal de paz ya que él tenía intenciones de jugar por el mismo puesto que Kicillof. Mientras tanto, sigue siendo una incógnita qué sucederá a nivel nacional. Después del pedido que varios intendentes volvieron a realizar antes y después de la reunión en Merlo, este miércoles cerca del entorno del presidente Alberto Fernández, que no participó del encuentro en el conurbano, pero sí envió emisarios, confirmaron que, finalmente, el mandatario está dispuesto a convocar a una mesa política para debatir la estrategia electoral.
Una mesa político-electoral
Según aseguran cerca del Presidente, sus intenciones, por ahora, siguen siendo las de ser candidato y la mesa que está organizando el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos --por orden de él-- se llevaría adelante la semana que viene, en un lugar que aún está a confirmar. Participarían del mitin representantes nacionales de las tres tribus del oficialismo, gobernadores y sindicatos. Según comentó a este diario un fiel aliado del mandatario, en esa mesa "solo se va a discutir sobre estrategia electoral". Dicen que solo eso es lo necesario en este tiempo. También adelantaron que van a estar representantes de todos los sectores que componen el Frente de Todos. Tal como vienen haciendo hace semanas, cerca de Fernández aclararon que no se tratará de un espacio que sirva "para auditar" la gestión del Gobierno, sino que tendrá fines exclusivamente electorales.
En Casa Rosada comentan que el Presidente le pidió a Olmos hace unas dos semanas que comience las gestiones para activar la famosa mesa política a nivel nacional y que, por ese tema, Olmos no solo conversó varias veces con Massa, sino que también venía hablando con De Pedro. De hecho, dicen que había pactada una reunión para el viernes de la semana pasada entre Olmos y "Wado", pero que con el escándalo del off the record que difundieron desde el entorno del ministro el jueves, todo quedó suspendido.
La presencia de los ministros
Este miércoles, Fernández viajó a Chaco con dos de sus ministros de mayor confianza, que estuvieron la noche anterior en el asado: el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y el de Desarrollo Territorial y Hábitat, Santiago Maggiotti. En un principio, Fernández no quería que ellos vayan a Merlo porque estaba muy enojado con el ministro bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, por sus declaraciones estridentes, y con todo lo que había sucedido alrededor del off que difundieron cerca de Wado de Pedro.
Katopodis insistió con que era importante ir porque era una reunión que estaba planificada desde antes y argumentó que tenían que estar porque él es secretario general del PJ bonaerense y Massa líder del Frente Renovador en la provincia. "Que no vayan hubiera significado romper todo y nosotros no queremos hacer eso", dispararon cerca del mandatario en referencia a La Cámpora.
Durante el viaje a Chaco, los ministros pusieron al Presidente al tanto de todo lo que había sucedido la noche anterior, le contaron que no hubo críticas hacia él y que sus discursos, tal como habían acordado con anterioridad, fueron para intentar "poner sensatez", y pedir que terminen las discusiones a cielo abierto en el Frente de Todos. Los dos ministros llegaron a la reunión en el predio de El Colonial junto al ministro de Economía pasadas las 21 horas. Katopodis, según contó, también pidió “no hablar mal de otros compañeros”.
Las intenciones de Massa
Massa, que venía de una reunión con la mesa de Enlace, se encargó de aclarar durante el encuentro que él no tiene intenciones de ser candidato a Presidente. "Es incompatible ser ministro de Economía y candidato a Presidente", dijo. Otro de los comensales opinó en diálogo con este diario que "no puede ser candidato. Los mercados lo liquidan en el primer acto de campaña", e insistió con algo que el propio Massa sostuvo durante el ágape ante intendentes y funcionarios nacionales: que él es útil "sosteniendo la pelea económica para que el frente sea competitivo".
Durante el encuentro en Merlo, que duró casi cuatro horas, algunos intendentes presentes también hicieron hincapié en la necesidad de calmar las aguas y despotricaron contra los off the record: "las operaciones de prensa van a terminar destruyendo a la política", se los escuchó decir. Más temprano, Axel se había reunido con Máximo Kirchner en la gobernación bonaerense de La Plata y con un grupo de intendentes para analizar la situación presupuestaria de la provincia en vistas del fallo de la CSJN. Esa fue la previa de la reunión de la noche, donde se comenzaron a poner paños fríos para poder empezar a mirar para adelante en un año que se palpita complejo.
"Nadie tiró cascotes", comentó un participante de la reunión y aseguró que la consigna fue "ponerse a laburar". Luego del asado en el que estuvieron todos, hubo una segunda parte de la reunión en la que quedó un grupo reducido: Massa, Katopodis, Kicillof, Ferraresi, Máximo, Menéndez e Insaurralde. Massa pidió que pare la interna porque eso le hacía mal al espacio y a la gestión, y dijo que él desde el ministerio de Economía no puede estar atento y ocupándose de solucionar, también, esos temas. "Está haciendo malabares con el Fondo; con la inflación; con la sequía. Hay que ayudar y hacer menos caprichos", se despacharon en Balcarce 50.