La semana pasada Netflix estrenó la segunda temporada de El tirador, remake de la película de 2007 protagonizada por Mark Wahlberg, basada a su vez en una serie de novelas de acción. En este caso el papel de Bob Lee Swagger es interpretado por Ryan Phillippe (Crash, Juegos Sexuales). La propuesta argumental no se anda con demasiadas vueltas. Un ex marine vuelve de su exilio para desbaratar un intento de asesinato contra el presidente de los Estados Unidos. Los complots harán su juego, Bob Lee quedará como sospechoso y su objetivo será el de poner al resguardo a su familia. El nombre de los nuevos episodios (“¡Recuerden El Álamo!”, “No jodan con Texas”, “El final oscuro”) marcan el tono que sigue la entrega.  

Aunque la expresividad facial de Ryan Phillipe sea la de un ladrillo, esa carencia le aporta un plus a su composición. La acción seca y cruda, por otra parte, es de los componentes más logrados. “Bob Lee no es un superhéroe, es un tipo con algunas habilidades que empleó durante el servicio. Y lentamente comienzan a volver a él y vuelve a ser un soldado pero en un nuevo campo de batalla, ahí hay algo que me pareció interesante”, dijo el actor que está a cargo de todas las escenas de riesgo. Como la serie aún se proyecta en su país de origen, la plataforma dispondrá cada miércoles de un nuevo episodio.