La Cámara Penal confirmó la pena de prisión perpetua impuesta a Néstor Hugo Sánchez, por el femicidio de María del Rosario Vera, cometido en enero de 2018. El tribunal compuesto por Gabriela Sansó, Javier Beltramone y Gustavo Salvador rechazó los planteos de la defensa que hizo una apelación horizontal, luego de que el año pasado se agravara el monto de la pena, que en primera instancia no reconoció la figura del femicidio.

El fiscal Alejandro Ferlazzo le atribuyó al acusado el hecho ocurrido el 4 de enero de 2018, aproximadamente a las 0.30, en inmediaciones de Felipe Moré y Garay, cuando el condenado junto a dos masculinos -que resultaron absueltos en el juicio de 2021 por el beneficio de la duda-, en el interior de una vivienda agredió a la víctima con la intención de causar su muerte, provocando el fallecimiento por asfixia. La conducta desplegada tenía por objetivo someter sexualmente a la joven que tenía 23 años y cuatro hijes, aprovechando su situación de vulnerabilidad.

En junio pasado, luego de un fallo de juicio sin perspectiva de género en la primera instancia, la Cámara Penal reconoció que los hechos se dieron en un contexto de desigualdad de poder y mediando violencia de género. Con esa mirada, las camaristas Bibiana Alonso y Georgina Depetris revocaron la condena por homicidio simple, que condenó en primera instancia a Sánchez a 25 años de prisión, y calificaron el caso como femicidio, por lo que el acusado fue sentenciado a prisión perpetua. 

Ese fue el fallo que apeló la defensa y que llegó a instancia de revisión horizontal, es decir, a otro tribunal de Cámara que ahora ratifica la resolución y la pena perpetua. 

María del Rosario tenía 23 años y cuatro hijes cuando su cuerpo fue hallado dentro de un contenedor de basura donde se inició un foco ígneo. Tenía signos de ahorcamiento y estaba envuelto en una alfombra. Le decían Sico y era la menor de diez hermanos. En juicio se ventiló que la víctima era una mujer vulnerable, sin recursos, que mantenía a sus niñes de 2, 3, 6 y 8 años con una asignación social. 

Para la querella, el fallo de primera instancia estuvo "cargado de estereotipos de género", ya que -entre otras cuestiones- apuntaba a que la propia víctima se puso en peligro al ir a la zona donde ocurrió el hecho.

En cambio, el fallo que emitió el año pasado la Alzada, donde reconoció el femicidio, analizaba que María del Rosario "se encontraba en un contexto de suma vulnerabilidad, entre hombres que tenían armas y vendían estupefacientes, superioridad física y numérica, que podían decidir sobre su vida".