Hablemos de Lucio, de Milena, de Enzo. Y de tantos otros y otras, así de chiquitos que son víctimas de maltrato y abuso. Hablemos del maltrato a las infancias pero no solo cuando matan a golpes a un nene de 5 o abusan de una beba. Hablemos del abandono, de la indiferencia, de la negligencia. Hablemos de esos golpes en forma de castigo que 'no son para tanto, de los que 'son para que aprenda', 'para que no toque eso. Porque si no hablamos de esas violencias, las que vemos todos los días, las que ignoramos en la calle cuando una persona adulta zamarrea a un pibe o a una piba, vamos solo a horrorizarnos cuando la tele nos cuente de un 'nuevo' Lucio. La violencia verbal, psicológica y física a los y las pibas también está naturalizada. Porque muchas veces los pibes no tienen la posibilidad de contar qué pasa en casa, no tienen con quien hablar, ni saben en quién confiar. Porque básicamente, muchas veces,no saben que lo que les hacen mamá o papá está mal. Para eso es preciso que todo el resto, que el resto de los y las adultas que estamos alrededor de niños y niñas prestemos atención. Porque cuando un pibe sufre violencia se nota. Lo que pasa es que es más fácil mirar para otro lado.
Camila Ingegniere es experta en políticas públicas de infancia.