Simon Lindberg odia a los judíos y ama las esvásticas. Su devoción por el genocida Adolf Hitler es directamente proporcional a la repulsa que siente hacia las personas migrantes. También rechaza a los homosexuales y, si fuera por él, mañana mismo habría una especie de reino hitleriano al norte de Europa. Este sábado hablará de todo ello en un acto semiclandestino organizado en Madrid por el grupo neonazi Devenir Europeo, legal en España.

Lindberg despierta pasiones entre sus seguidores del Movimiento de Resistencia Nórdico (MRN), un grupo que según distintas investigaciones tiene a día de hoy unos 300 militantes repartidos por Suecia, Finlandia, Noruega, Islandia o Dinamarca. Un tribunal finés declaró la ilegalidad de este grupo en 2018. En el resto de países mencionados opera con relativa normalidad.

En abril de 2021, la legisladora demócrata Elissa Slotkin –exanalista de la CIA y responsable de un subcomité de la Cámara de Representantes de EEUU sobre inteligencia y contraterrorismo– solicitó a la Casa Blanca que incluya al MRN en el listado de organizaciones terroristas.

Según alegó Slotkin, una decisión de ese tipo daría al gobierno de Joe Biden "más herramientas para involucrar y señalar a los estadounidenses que contactan, apoyan, capacitan y se unen a estos grupos", en alusión a los supremacistas blancos.

Negacionistas

El discurso de odio del MRN en general y de Lindberg en particular incluye la burla y el desprecio hacia el genocidio cometido por los nazis contra seis millones de judíos. "El Holocausto es un engaño", fue el lema elegido por este grupo para la campaña efectuada el pasado día 27 de enero, coincidiendo con la conmemoración del día internacional de recuerdo a las víctimas del terror nazi.

En Oslo, capital de Noruega, los nazis dejaron pastillas de jabón con ese mismo lema fuera de la embajada de Israel y en la carretera que conduce a la sinagoga de la ciudad. Este acto macabro y denigrante fue reivindicado por el grupo que dirige Lindberg a través de sus sitios oficiales en internet.

El odio no termina ahí. En septiembre de 2020, el grupo de investigación danés Redox –dedicado precisamente a seguir la pista a este tipo de grupos– dio a conocer unos mensajes enviados a través de la aplicación Signal por Jacob Vullum Andersen, líder del MNR en Dinamarca, en los que indicaba a sus seguidores locales que Lindberg había instado a buscar "judíos o empresas propiedad de judíos".

La campaña diseñada entonces por Lindberg buscaba señalar a personas judías coincidiendo con el aniversario de la Noche de los Cristales Rotos en noviembre de 2019. "Su tarea para el próximo mes es investigar si hay objetivos judíos en su área. Esta información es de alto secreto", indicó Vullum en uno de esos mensajes. En otro mensaje, el jefe del movimiento en Dinamarca precisaba que la acción iría dirigida contra "tiendas y domicilios de judíos conocidos".

Esas conversaciones quedaron al descubierto durante el juicio que se celebró en Dinamarca contra Vullum y otro activista neonazi por actos de vandalismo contra el cementerio judío en la localidad de Randers, al oeste del país, donde el 9 de noviembre de 2019 fueron profanadas unas 80 tumbas. Los dos ultras daneses investigados por este caso fueron condenados a un año de prisión.

Un informe publicado en noviembre de 2020 por la organización Counter Extremism Project (CEP) advirtió que personas de diversas nacionalidades europeas –españolas entre ellas– "han figurado en los círculos del MRN en Suecia".

Bien vestidos

El contacto español de la red neonazi que encabeza Lindberg es Devenir Europeo, un grupo que en 2008 consiguió registrarse en el fichero de asociaciones del Ministerio del Interior como entidad de carácter "histórico", lo que le otorga carácter legal. Sus miembros se declaran abiertamente como "nacionalsocialistas" y realizan acciones de propaganda nazi.

Este sábado aparece marcado en rojo en el calendario del grupo. A partir de las 16.00 tendrá lugar el "Día de la Sangre", la actividad principal que organiza cada año. Lindberg, que figura como la gran atracción del cartel, hablará sobre las 19.00, luego de que los asistentes realicen un "homenaje a los últimos combatientes" nazis.

Al igual que en anteriores ocasiones, los organizadores intentan por todos los medios que no se conozca la ubicación exacta donde se celebrará el evento por temor a cancelaciones o protestas. De esta manera, la única forma posible de inscribirse es vía correo electrónico.

La entrada del acto cuesta cinco euros y se pide a los asistentes que tengan "seriedad" y "corrección" en "el vestir": no en vano, Devenir Europeo busca huir de la imagen prototípica de "skinheads" y apuesta por un look formal entre sus militantes, que en varias ocasiones aparecen con camisa y corbata. Vistan como vistan, la apología nazi estará en el ambiente.