El gobierno de Perú decretó el estado de emergencia por 60 días en siete departamentos para intentar contener las protestas contra la presidenta Dina Boluarte y el Congreso, que ya dejan más de 60 muertos en dos meses. La decisión se adoptó horas después de que una multitudinaria marcha para exigir la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso terminara el sábado por la noche con enfrentamientos en el centro de Lima con 26 detenidos y 24 heridos.
El gobierno declaró el estado excepcional en los departamentos de Madre de Dios, Cuzco, Puno, Apurímac, Arequipa, Moquegua y Tacna, que conforman casi la totalidad del centro-sur del país. El decreto dice que la medida, que suprime algunas garantías constitucionales y da más poderes a las fuerzas de seguridad, se adoptó para "preservar la paz y la seguridad social" de Perú en medio de la crisis política y del creciente estallido social.
El control de la seguridad en el sureño departamento de Puno quedará bajo gestión interna de las Fuerzas Armadas, "incorporando a la Policía Nacional para lograr sus objetivos de seguridad en la zona de emergencia", agregó el decreto. En Puno, además, regirá un toque de queda para la población por un plazo de diez días, desde las 22 hasta las cuatro de la madrugada. El gobierno de Perú ya declaró el diez de enero el estado de emergencia en las regiones de Amazonas, La Libertad y Tacna.