Boca lo pudo ganar porque tuvo algunas buenas oportunidades en el primer tiempo y porque dominó el juego en gran parte de su desarrollo. Y también lo pudo perder en el segundo tiempo en el penal que ejecutó Facundo Castelli y que atajó Sergio Romero quien terminó convirtiéndose en la figura de su equipo porque además del penal tuvo otras buenas intervenciones y de modo especial un remate de Marcelo Benítez en la primera mitad.
La mejor jugada el partido se dio en una sucesión de toques precisos y en velocidad que hicieron recordar el gol de Di María contra los franceses, pero que en este caso terminó mal porque Nicolás Orsini no pudo levantar la pelota por sobre el cuerpo de Marcos Ledesma quien evitó la caída de su valla. Fue una de las pocas veces que el equipo de Ibarra logró espacios para la contra y lo aprovechó con una buena asociación. Hubo otras llegadas de Boca que desaprovechó Sebastián Villa en las puntadas finales. El colombiano es muy vivo para ganar las espaldas de sus marcadores y para frenar de golpe cuando se mete en velocidad en el área, pero se enceguece en las proximidades del área y resuelve mal. Tuvo dos buenas ocasiones, pero en ambas no lo vio a Orsini que llegaba por el medio y prefirió el disparo al arco desde ángulos muy cerrados.
La jugada del penal nació en una de las distracciones del fondo del equipo de Ibarra. El paraguayo Bruno Valdez fue tras un jugador que llegaba apareado por Jorge Figal y lo dejó solo a Castelli que quiso eludir a Romero peor el arquero le atravesó el cuerpo en un claro penal que cobró Andrés Merlos sin duda. Pateó el mismo Castelli y atajó Romero; el undécimo penal atajado en los 31 que le patearon-
No se entendieron muy bien los cambios de Ibarra en el último tramo del partido: puso a Merentiel , Ezequiel Zeballos y Ezequiel Fernández y sacó a todos los mediocampistas. Armó un 4-2-4 que facilitó la tarea de la línea de cinco que habían montado los santiagueños. Recién sobre el final un centro de Zeballos creó un poco de inquietud en el fondo visitante, pero no pasó nada.
Le caben las generales de la ley a Boca en un comienzo de campeonato que muestra irregularidades de casi todos. Venía de un triunfo contra Atlético Tucumán y suponía que podía alcanzar otra victoria, pero tuvo poco peso ofensivo y cometió algunos errores infantiles en la defensa.
Los santiagueños, que se están armando con muchas incorporaciones, recibieron este cero a cero agrado. Siempre un puntito en la Bombonera ayuda.