Geólogos argentinos explicaron porqué fue tan devastador el sismo de magnitud de 7,8 que se produjo en Turquía y Siria este lunes. Los especialistas nombraron como principales desencadenantes de las miles de muertes el horario en que ocurrió y las escasas medidas de prevención sísmica en las construcciones de la zona.
Según especialistas locales, la línea de fractura donde se produjo el movimiento sísmico estuvo relativamente tranquila en los últimos tiempos, pero esta relativa tranquilidad fue la que produjo la mayor potencia del sismo porque la energía que se fue acumulando debía ser liberada.
"El terremoto afectó de manera muy profunda las construcciones. Una vez que se define la peligrosidad sísmica de las diferentes zonas de los países se deben construir los edificios desde el punto de vista sismorresistente", dijo a Télam Irene Pérez, geóloga del Instituto Nacional de Prevención Sísmica.
Por último, los especialistas compararon la situación vivida en Turquía y Siria con dos terremotos ocurridos en Argentina, ambos en San Juan. Un el de mayor magnitud en la escala ocurrió en 1977 en Caucete, con un registro de 7.4 y 65 muertes. En 1944, también en San Juan se produjo otro sismo semejante pero con más de 6 mil víctimas mortales. "A pesar de que la magnitud fue parecida, en 1977 hubo 65 muertos porque se adecuaron las normas de construcción", aseguró Pérez.
"Los destrozos dependen de la rigidez de las normas de la construcción. Turquía es un país viejo, con construcciones viejas y quizás muchos lugares no se adecuaron", agregó Juan Pablo Milana, doctor en Ciencias Geológicas
"La construcción sismorresistente se diferencia por el uso de hierro de las columnas y también por el encadenado de los hierros, funciona como una jaula", explicó Milana. Los geólogos explicaron que estos fenómenos no pueden predecirse, y lo único que se puede hacer para enfrentarlos es mejorar las condiciones de construcción de esas zonas.