Ante una creciente tensión interna, con fracturas y amenazas de quiebre en distintos distritos, la conducción nacional de Juntos por el Cambio acordó armar una mesa política para "abordar la situación de las provincias con elecciones desdobladas" e intentar evitar la ruptura. De paso, la alianza opositora buscó abroquelar a los diferentes sectores con una declaración contra el gobierno nacional: planteó que el país atraviesa un "delicado escenario de fragilidad financiera", una situación "mucho peor que la recibida en el 2015".
Con la coalición pendiendo de un hilo en provincias como Mendoza y Córdoba, con los aliados ya separados en jurisdicciones como Río Negro, y mientras se prolonga la indefinición sobre sus principales candidaturas, los dirigentes de JxC se reunieron para intentar evitar un colapso mayor. El encuentro se realizó en el restaurante del barrio porteño de Palermo "La Escondida". No estuvieron el expresidente Mauricio Macri ni la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, pero sí los titulares de los partidos integrantes de JxC: Gerardo Morales (UCR), Patricia Bullrich (PRO), Maximiliano Ferraro (CC) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal). También participaron el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; los gobernadores de Mendoza, Rodolfo Suárez, y de Corrientes, Gustavo Valdés; los legisladores Martín Lousteau, Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal; así como Margarita Stolbizer (GEN), Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) y el radical Ernesto Sanz, entre otros.
"Se decidió el armado de una mesa política con dos representantes de cada partido para abordar la situación de las provincias con elecciones desdobladas", fue la comunicación formal tras el encuentro. En la misma línea, ratificaron "el cumplimiento de las reglas electorales establecidas para todos los distritos por parte de la Mesa Nacional", así como la amenaza de sanciones para los dirigentes o las fuerzas que las incumplan.
La negociación para aplacar la crisis interna se intentó disimular con declaraciones programáticas y cuestionamientos al oficialismo. Durante la reunión, los presidentes de las fundaciones de los partidos expusieron acerca de los planes de gobierno en los que vienen trabajando y señalaron que los programas están muy avanzados desde el punto de vista técnico. Anunciaron que se convocará una jornada para trabajar sobre ellos y empezar a transmitirle a la sociedad "cómo vamos a sacar a la Argentina del letargo en que la tiene este gobierno".
La principal crítica contra el Frente de Todos apuntó a la política económica. La mesa nacional de JxC rechazó "la utilización de instrumentos financieros en pesos, ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar" y estimó que "con esto, el gobierno nacional no hace más que especular con dejar una bomba de tiempo al próximo gobierno". Según la alianza opositora, "durante el gobierno de Alberto Fernández, el endeudamiento público tuvo un aumento récord: creció ya en el equivalente a USD 83 mil millones, lo que genera una crisis de financiamiento en pesos". En ese escenario, se atajó, preanunciando un caos: "A pesar de la negación del Gobierno, esto ha puesto al país ante un delicado escenario de fragilidad financiera que eleva el riesgo de una salida caótica".