¿PASO competitiva, enfrentando a corrientes distintas del Frente de Todos? ¿O una búsqueda de consenso para encontrar una fórmula con la que estén de acuerdo los protagonistas fundamentales -el presidente, la vicepresidenta, el massismo, los gobernadores- y que ese binomio atraviese las PASO de manera mayoritaria? El dilema no tiene respuestas categóricas por parte de algunos de los más conocidos consultores en materia de campañas electorales. La opinión predominante es que al peronismo le vienen mejor los acuerdos, en tanto que las internas ordenadas y pacíficas no son tan sencillas. El interrogante se plantea de cara a la convocatoria realizada por Alberto Fernández este domingo y que se concretará en una mesa política el fin de semana que viene. Los consultores están de acuerdo en un punto central: si el peronismo no mantiene la unidad, pierde. Y para conservar esa unidad, parece más probable negociar, negociar y negociar hasta encontrar un acuerdo, mientras que el lanzamiento de unas PASO de corrientes diferentes, compitiendo entre sí, puede producir demasiado ruido y confrontación.
“La prioridad es la unidad y después seducir al electorado propio, pero también al electorado independiente -afirma Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública-. Está la idea de la interna civilizada o llegando a un acuerdo. Al peronismo siempre le cae mejor el consenso. Y, si no, competencia, pero garantizando la unidad. Es cierto que la suerte del Frente de Todos (FdT) depende de la economía. Por más que Sergio Massa diga que no puede ser candidato y ministro, en él confluyen las claves de bajar la inflación y mejorar la distribución del ingreso. Ojo, la única chance del FdT es ganar en primera vuelta: en un ballotage se juntan los votos de la derecha”.
Raúl Timerman, de Opinión Pública, arranca por los candidatos. “Alberto Fernández está sosteniendo su candidatura a la reelección, pero creo que no va a ser candidato. Su candidato sería Sergio Massa. Posiblemente haya presión de La Cámpora para que Wado de Pedro sea candidato. Y ahí pienso que Cristina quiere evitar una PASO, intentará un candidato de consenso. Los gobernadores se consolidarán primero entre sí y van a hacer valer su peso electoral. Recién después se sentarán en la mesa. Desde ya que no se puede descartar una ruptura al estilo del de Unidad Ciudadana, pero me parece que se va a buscar un acuerdo. Massa es un punto de confluencia, incluso aunque no baje demasiado la inflación. El orden en la economía, ya es un éxito. Daniel Scioli tal vez se pueda incorporar. Hace seis meses que venimos registrando 34 puntos para Juntos por el Cambio (JxC); 30 para el FdT y 18 para los libertarios. El escenario es de ballotage y, por lo tanto, hoy por hoy, mal escenario para el peronismo”.
Hugo Haime, al frente de Haime y Asociados, evalúa que “es muy difícil dar un diagnóstico ahora. Esto se decide cuando se vea qué pasa con la economía. Si Massa consigue que baje la inflación, tiene chances de ser candidato. Si no, lo veo difícil. Y, por otro lado, todavía no sabemos qué quiere hacer Cristina. Por eso es que veo que hay muchas alternativas. Si Alberto no va, tal vez Scioli. Si Massa no va, tal vez Scioli o Juan Manzur. Pero es un panorama demasiado abierto. Insisto, falta saber lo que propone Cristina”.
Para Artemio López, de Equis, “la unidad va a ser lo preponderante. Se va a mantener. Puede haber algún desprendimiento, pero chico, al margen. Hay un elemento clave que es la intención de voto de Axel Kicillof, en el territorio que al FdT le aporta la mitad de los votos. Ahí, los candidatos de JxC se caen. La gestión de Axel es buena y los diez puntos que tiene José Luis Espert le impiden crecer, tanto a Diego Santilli como a Christian Ritondo. A partir de eso, veo más bien la búsqueda de consensos para que acomoden las candidaturas".
Como se ve, prima la cautela. En general, el diagnóstico es que la situación del FdT mejoró de diciembre hasta ahora. Todos evalúan que la intención de voto está mejor que en 2021, pero aún por debajo de 2019 cuando se le ganó a Maurio Macri. En ese momento, la fórmula Fernández-Fernández consiguió el 48 por ciento de los votos y Macri-Pichetto el 40 por ciento. Dos años más tarde -recuerda Bacman-, JxC retuvo el 40 por ciento, pero el FdT cayó al 34 por ciento. "Muy pocos de los votos perdidos se fueron a otras fuerzas. Lo que ocurrió es que peronistas decepcionados no fueron a votar. Por eso, la unidad y la economía son las claves para recuperar el voto de sectores humildes y de clase media".