"Emoción", "paz en el corazón": eso es lo que sintieron Graciela Sosa y Silvino Báez cuando escucharon este lunes en los tribunales de Dolores el veredicto para los ocho acusados de asesinar a su hijo. Lo expresaron en una conferencia de prensa en el salón de un hotel termal de Dolores, casi seis horas después de la sentencia. En uno de los pasajes más emotivos, Graciela contó que tras escucharla sintió la presencia de su único hijo: "Sentí como una luz; veía a Fernando muy sonriente. Entonces pienso que tengo que dejarlo volar para que descanse. Creo que él no me quiere ver llorando todo el tiempo".
"A partir de ahora nace una historia muy importante en la Justicia argentina al ser condenados estos asesinos que arrebataron a nuestro hijo de una manera tan cruel. Estamos muy conformes. Comienza una nueva etapa en nuestra vida y seguiremos luchando para que quede firme la sentencia", dijo Graciela. Agregó que la condena a prisión perpetua para los acusados fue lo que "esperó" durante tres años, el lapso que transcurrió desde el asesinato de su hijo hasta la sentencia.
Recordó los momentos en las audiencias en las que tuvo que ver las imágenes del asesinato registradas por las cámaras: "Todas las audiencias fueron difíciles. No es fácil ver cómo matan a tu hijo. No podía dormir muchas noches al ver a mi hijo implorando piedad para que no le dieran más patadas, algo que no ocurrió. Dijeron que fue riña y yo no vi eso. Eran ocho contra un inocente indefenso".
"Es ahora cuando realmente vamos a hacer nuestro duelo y vamos a aprender a convivir con el dolor", expresó. Le resultó "actuada" la descompensación de Thomsen; no la "conmovió para nada". "Ellos disfrutaron matando a mi hijo. Perdonarlo es muy difícil", explicó. "Me arrebataron a un hijo que solo quiso ir a divertirse. Mi hijo regresó, pero en un cajón cerrado del que nunca más va a salir. Su ausencia y nuestro dolor es perpetuo para siempre también", agregó.
En tanto, Silvino dijo que le diría a su hijo que "consiguió Justicia" y que "va a estar presente todos los días". "Voy a seguir queriéndolo aunque no lo vea", afirmó, con lágrimas en los ojos. "Escucho los audios de mi hijo para buscar en qué sostenerme y seguir. Lo que más quería era justicia para Fernando y que su asesinato no quedara impune", concluyó.
Por último, Graciela volvió a quebrarse al recordar a Fernando: "Extraño mucho a mi hijo. Era un chico bueno, sano, que luchó muchísimo para llegar adonde estaba, y todo lo que hizo para ser alguien en la vida quedó truncado. Siempre lo recordaré como era. A veces veo sus videos para mantenerme viva y recordar su voz, aunque me quiebre".
Otras repercusiones
El veredicto no conformó a los abogados de la familia de Fernando, quienes adelantaron que apelarán el fallo. "Una justicia débil no es justicia", evaluó Burlando al salir de los tribunales. "Tres acusados se vieron beneficiados con una condena de 15 años. Una justicia contemplativa, una justicia que no atienda a la súplicas de una víctima sino a la contemplación de la juventud de los acusados no es justicia", agregó. Los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García dijeron sentirse "conformes" con la sentencia y adelantaron que también apelarán la participación secundaria atribuida a tres de los condenados.
Por último, el fiscal general del Departamento Judicial de Dolores, Diego Escoda, ofreció una conferencia en la que señaló que, a su entender, "se ha hecho justicia". "Hubo un fallo en el cual hubo una discrepancia con la hipótesis de la fiscalía. Esto ocurre en muchos casos y los fiscales recurrirán si lo consideran necesario", indicó.