Con la reciente condena a prisión perpetua a cinco de los ocho rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell en 2020, Máximo Thomsen, Ciro y Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Enzo Comelli se suman a la lista de los más resonantes delincuentes condenados a la pena máxima en Argentina.
También integran la lista Jorge Mangeri, asesino de Ángeles Rawson, el asesino serial que actuó en los 70 Carlos Robledo Puch, y la joven entrerriana que asesinó a su novio a finales de 2017, Nahir Galarza.
La discusión respecto a la duración de la pena de prisión perpetua genera controversia, y el Código Penal Argentino ha sido reformado en dos oportunidades para hacer ajustes sobre ésto. Actualmente contempla la posibilidad de solicitar la libertad condicional a partir de los 35 años de reclusión, pero con muchas salvedades que se introdujeron a partir de la reforma de 2017 —conocida como "Ley Petri"—.
Jorge Mangeri, condenado por el femicidio de Ángeles Rawson
En junio de 2013 Jorge Mangeri violó y asesinó a Ángeles Rawson en el edificio de Palermo donde trabajaba como encargado y donde vivía la adolescente de 16 años. Según la sentencia, Mangeri ató y acondicionó el cuerpo dentro de bolsas de residuos y luego lo desechó en un contenedor de basura en el predio del CEAMSE.
Más de dos años después, el 15 de julio de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 condenó a Mangeri a prisión perpetua como autor de los delitos de "femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causa".
Tres años después, en 2018, la Corte Suprema de Justicia declaró inadmisible un recurso de queja presentado por la defensa de Mangeri contra la sentencia de la Cámara de Casación, que había confirmado la condena a prisión perpetua el año anterior.
De acuerdo al Código Penal vigente, Mangeri podría pedir la libertad condicional en 2048, a los 80 años, después de haber cumplido 35 años preso. Entonces la Justicia deberá revisar el caso y considerará si le ortoga o no ese beneficio.
Nahir Galarza, a la espera de la revisión de la Corte Suprema
Nahir Galarza, de 19 años, asesinó a su novio, Fernando Pastorizzo, en diciembre de 2017 en Gualeguaychú, Entre Ríos. El 3 de julio de 2018 el Tribunal Oral de Gualeguaychú la condenó a prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego y se convirtió en la mujer más joven de la historia del país en recibir la pena de reclusión perpetua.
Tras algunos años presa, Nahir comenzó mencionar que su padre, Marcelo Galarza, era el verdadero autor del asesinato de Pastorizzo. Actualmente la Corte Suprema de Justicia revisa su caso, a partir de los aportes de su abogada Raquel Hermida Leyenda. “La hicieron cargo de un crimen que no cometió", dijo la abogada.
Si el Máximo Tribunal no anula el fallo y, por el contrario, lo ratifica, Galarza podría recién a los 54 años solicitar la libertad condicional.
Carlos Robledo Puch, preso hace más de 50 años
El caso de Carlos Robledo Puch es diferente a los dos previos. El 27 de noviembre de 1980 la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de San Isidro condenó a uno de los homicidas más recordados de la historia a cumplir la pena de prisión perpetua con accesoria por tiempo indeterminado, por haber asesinado —entre 1971 y 1972— a once personas por la espalda o mientras dormían.
Hoy Robledo Puch tiene 71 años y lleva 51 preso. En este tiempo ha pedido más de una vez la libertad condicional, pero nunca se le concedió debido a los resultados de pericias psicológicas y psiquiátricas. En 2008 se le negó por considerar que no se había reformado de manera positiva en ninguno de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad, además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo. El 31 de agosto de 2011 volvió a pedirle, y nuevamente en 2013 se le volvió a negar.
Finalmente se le volvió a denegar la libertad condicional en marzo de 2016, cuando en una entrevista le preguntaron qué haría si saliese en libertad y él dijo que mataría a Cristina Kirchner.
Ahora, en 2023, tras pasar más de 50 años preso, la defensa del asesino pedirá la libertad por agotamiento de la pena de prisión perpetua que pesa sobre él, según su abogado Jorge Alfonso.
"Es uno de los presos que, lamentablemente, pasa por una inacción del Estado, ya que lleva más de 50 años detenido. Es el momento en el que la Justicia tiene que otorgarle la libertad, más allá que la sociedad pueda o no estar de acuerdo con eso", sostuvo el letrado.
El abogado explicó que Puch "cumplió la pena desde el punto de vista judicial" y precisó que "no hay ningún elemento desde el punto de vista legal que le pueda negar a él la libertad". "Él fue condenado a prisión perpetua con reclusión por tiempo indeterminado, pero cualquier pena no puede superar los 50 años. Ya lo superó y ahora compete que esté en libertad", remarcó Alfonso.
Thomsen, Benicelli, Comelli y los Pertossi, cinco rugbiers condenados a perpetua por la muerte de Fernando Báez Sosa
En la madrugada del 18 de enero de 2020, ocho rugbiers atacaron a golpes al joven Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en la ciudad balnearia de Villa Gesell. Como resultado, Fernando murió.
En febrero de 2023, tras un mes de juicio oral, tres de los atacantes recibieron penas de 15 años de reclusión –Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz–, y los cinco restantes –Máximo Thomsen, Ciro y Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Enzo Comelli– fueron condenados a prisión perpetua. A priori, estos últimos cinco deberán pasar el resto de sus vidas tras las rejas.
Desde las reformas al Código Penal que se introdujeron con la “Ley Blumberg” (2004) y la “Ley Petri” (2017), los condenados a homicidios agravados se quedaron sin la posibilidad de solicitar la libertad condicional. Y el cargo de los rugbiers es el de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal con lesiones leves”.
Sin embargo, en 2055, cuando cumplan 35 años de reclusión –dado que están presos desde 2020– podrían solicitar el beneficio de libertad condicional apelando a la supuesta inconstitucionalidad de la pena perpetua. Hay quienes consideran que la máxima sanción penal de por vida podría entrar en contradicción con los tratados internacionales que protegen los derechos de los condenados.
En tanto, para ese entonces, cuando los jovenes tengan cerca de 60 años de edad su defensa podría hacer una solicitud formal y, en ese caso, la suerte de los cinco dependerá de la resolución de un juez, y eventualmente de la revisión de un tribunal superior.