El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció que las temperaturas máximas pueden oscilar entre 32 y 40°C en varias provincias durante toda la semana, en el marco de una nueva ola de calor. En esta línea, la Ciudad de Buenos Aires también estará afectada por este contexto.
Según lo detallado por el SMN, la Capital Federal estará afectada por temperaturas que rondan entre los 21 y 36º hasta el lunes 13 de febrero inclusive. Hasta el momento, solo una jornada contará con probabilidad de precipitaciones, dentro de los próximos siete días.
Precisamente, este miércoles 8 de febrero, la mínima será de 25º, mientras que la máxima de 35º. Asimismo, hay probabilidad de "tormentas aisladas" para la tarde, en medio de un día que estará "parcialmente nublado", según el organismo.
Para el jueves se prevé una temperatura mínima de 23º y una máxima de 35º, con cielo algo a parcialmente nublado con viento norte rotando al noreste. El viernes no tendría mucho cambio en las condiciones meteorológicas con una mínima de 23º y una máxima de 34º.
Para el sábado el SMN pronostica una mínima de 22º y una máxima de 33º. Y el domingo, una mínima de 22º y una máxima de 32º. Finalmente, el lunes, la mínima sería de 22º y la máxima de 31º.
¿Qué hacer frente a un golpe de calor?
Con las altas temperaturas, es importante recordar cuáles son las distintas formas de prevenir un golpe de calor: tratar de no estar demasiado activo y tomar descansos al hacer ejercicio; beber suficientes líquidos –como agua o bebidas deportivas–; no forzarse, sin embargo, a beber cantidades muy grandes en poco tiempo; si se realiza ejercicio, hacerlo temprano en el día, antes de que suba demasiado la temperatura; vestir ropa liviana y suelta, con pocas capas; quitarse la ropa extra; evitar estar en un automóvil caliente; no exponerse al sol entre las 10 y las 16.
Los síntomas incluyen dolor de cabeza; piel seca y caliente; ausencia de sudor; sed intensa; respiración rápida y sensación de falta de aire; taquicardia y pulso rápido; mareos y confusión; convulsiones e incluso pérdida de conocimiento; náuseas y vómitos.
Cuando una persona sufre una situación de este tipo, es conveniente intentar bajar su temperatura corporal a 37 grados, por lo cual se recomienda recostarla a la sombra y en una zona bien ventilada; quitar o aflojar la ropa; aplicar toallas, compresas o paños fríos sobre cuello, ingles, axilas y cabeza; si la persona está consciente, ofrecerle agua para que beba poco a poco. Además, se debe llamar a emergencias para trasladar al afectado a urgencias.