Beinusz Szmukler, histórico militante por los derechos humanos, por la justicia genuina, contra el imperialismo y la opresión de las minorías, murió el martes a sus 91 años. Abogado defensor de presos políticos y sociales en las décadas del ’60 y ’70 del siglo pasado, presidente consultivo de la Asociación Americana de Juristas y uno de los fundadores del espacio Justicia Legítima, se mantuvo activo y comprometido hasta sus últimos días: la semana pasada participó en Diputados de las audiencias del juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Personalidades, funcionarios y militantes de los ámbitos del derecho y del movimiento de derechos humanos lo despidieron con reconocimientos a su trayectoria y lo reivindicaron como “abogado del pueblo, profundamente humanista”.
Szmukler había nacido en 1931 en una pequeña aldea de Polonia, Kletsk, cercana a la frontera con Bielorrusia, dentro de la Unión Soviética. Su familia llegó a la Argentina huyendo del nazismo cuando tenía apenas seis años. Entre 1960 y 1976 integró la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), desde donde ejerció la defensa de presos políticos de distintas dictaduras, y en 1975 participó de la fundación de la Asociación Americana de Juristas. Alguna vez, consultado sobre los principios que guiaban su práctica, dijo que era “la acción contra el imperialismo, el fascismo, el colonialismo, la discriminación racial, de la mujer, los aborígenes y las minorías”.
Ya en este siglo, tuvo una destacada actuación representando a los abogados en el Consejo de la Magistratura (2002-2006), desde donde luchó contra la subordinación del Poder Judicial al económico y, pese a su edad, solía participar de las movilizaciones: de hecho el miércoles pasado estuvo en la concentración frente a Tribunales, convocada bajo la consigna “1F, fuera la mafia judicial”.
Szmukler ejerció además como profesor universitario, presidió la Asociación de Abogadas y Abogados de Buenos Aires (2007-2009) integró el Llamamiento Judío Argentino, el ente público Espacio para la Memoria (ex ESMA) y la comisión para agilizar los juicios de lesa humanidad, entre otros espacios.
Desde la Asociación Americana de Juristas difundieron un mensaje en el que afirmaron “no tener palabras para describir y comunicar” lo que representa para la entidad la muerte de “nuestro querido Beinusz Szmukler”. La LADH lo recordó como “militante histórico” y lo despidió “con honor y profunda tristeza”.
También la Secretaría de Derechos Humanos lo despidió “con profunda tristeza”.
El Llamamiento Argentino Judío destacó que “su calidad humana y profesional y su lucidez fueron fundamentales en la lucha por la justicia” y lo caracterizó como “un imprescindible que seguirá inspirando nuestro camino”.
La Asociación de Abogados Laboralistas repasó su trayectoria y enfatizó que “nos deja un enorme legado, no sólo por sus principios inclaudicables y su condición de militante incansable sino, además, por su calidez y noble condición humana”.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lo despidió recordando que durante su última visita a Buenos Aires, en la cumbre de la CELAC, pudo verlo “lúcido, afectuoso y alegre a pesar de los malestares”. “Cuba le agradecerá, eternamente, su firme posición al lado de la verdad, en defensa de los Cinco y en solidaridad con la Revolución Cubana”, destacó, y adjuntó el comunicado del Instituto Espacio para la Memoria, desde donde sus ex compañeros de ruta recordaron “su compromiso, su rigor, su bonhomía, su generosidad y su humor imperecedero”.
También el embajador cubano en Buenos Aires, Pedro Pablo Prada, lo recordó como “un actor relevante en la causa de los Cinco Héroes y un militante permanente de la Revolución Cubana”.
La directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, expresó su dolor por la muerte de “un enorme amigo, alguien que quería y admiraba y que fue un señor divertido y ocurrente”. “Un admirable abogado defensor de los derechos humanos y de toda causa justa”, lo recordó el laboralista Héctor Recalde.
La CTA-T, por su parte, lamentó el fallecimiento del "abogado de amplia trayectoria en defensa de los derechos humanos" y dijo que "con él se va un humanista, de un férreo e inclaudicable compromiso con la justicia", aunque "nos queda su ejemplo de lucha incesante como una huella imborrable".
Sergio Maldonado, hermano de Santiago Maldonado, también se expresó por Twitter tras la muerte del abogado. "Se nos fue un gran luchador por la justicia y los derechos humanos. Lamento mucho y abrazo a su familia y amigos. Hasta siempre Beinusz Szmukler", publicó.
Irina Hauser, periodista de Página/12, lo recordó como un "luchador aguerrido" y le agradeció sus enseñanzas. "Es un golpazo al corazón la muerte de Beinusz Szmukler. Abogado, luchador aguerrido por los derechos humanos y por la verdadera justicia. Me enseñó de todo, por ejemplo a entender el Consejo de la Magistraura, porque él fue consejero hace tiempo", señaló.