Un chofer de la línea 503 y una pasajera murieron luego de que el colectivo en el que viajaban fuera embestido, al intentar cruzar un paso a nivel, por una formación del tren Sarmiento, en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, partido de Merlo. La investigación, que está en manos de la fiscalía 5 de Morón, busca dilucidar por qué las barreras estaban levantadas al momento de la colisión. Mientras algunos testigos apuntan a responsabilizar al guardabarrera de haberse quedado dormido, el presidente de la empresa Trenes Argentinos, Marcelo Orfila, sostuvo que el hombre respondió correctamente a las tres señales de alarmas recibidas antes del choque. En tanto, Rubén “Pollo” Sobrero quien dirige la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria dijo a este diario que “hace años que venimos denunciando la precariedad de la línea”, y recordó que la semana pasada hubo otro accidente cuando “un tren atropelló a una camioneta en el paso a nivel siguiente y por suerte no hubo nadie lastimado”. De las 15 personas heridas con diversos traumatismos, seis permanecían internadas anoche.
El impacto del convoy –que cubría el trayecto Merlo-Lobos– sobre el colectivo se registró a las 3.50 de la madrugada, cuando el chofer de 32 años, Carlos Antonio Saavedra, inició el cruce del paso a nivel de Carlos Gardel y ruta 40, a la altura de la estación Agustín Ferrari. La formación colisionó contra la parte delantera del micro, y por el choque el conductor salió despedido del vehículo.
El jefe de Bomberos Voluntarios de Mariano Acosta, Sergio Pierotti, dijo que el chofer “murió en el lugar como consecuencia del impacto”.
Y explicó que tras recibir la llamada que alertaba del siniestro “llegamos al lugar y nos dedicamos a la estabilización de la unidad, ya que el colectivo no estaba apoyado en sus cuatro ruedas, y luego atendimos a los heridos según el orden de prioridad para su traslado”, detalló.
La pasajera fallecida es Andrea Heredia, una enfermera de 34 años que iba a trabajar.
El secretario de salud del partido, Miguel Angel Murrone, explicó que “el resto de los hospitalizados tiene lesiones leves a moderadas pero ninguna de gravedad”. El funcionario sostuvo que “no es la primera vez que ocurren situaciones como ésta en ese paso nivel, por ahí no fueron accidentes tan graves, pero recibimos denuncias de autos que pasan justo porque las barreras no funcionan correctamente, cosas que podrían evitarse si se terminaran las obras para hacer un paso bajo nivel”, remarcó.
Pasadas las 8.30 las tareas de remoción de los vehículos finalizó y las vías fueron liberadas.
Pasado el mediodía, la fiscal a cargo de la causa, Cecilia Corfield, inspeccionó el lugar: el paso a nivel y la garita del guardabarrera.
Constató que la barrera no tiene alarma sonora y que se acciona en forma manual. “Se cierra con un tornillo”, dijo y señaló “me llamó muchísimo la atención la precariedad con la que transportan a miles de personas por día”. Y tras revisar la garita la consideró “bastante precaria, sin perjuicio de que estaría habilitada por la CNRT (Comisión Nacional de Regulación de Transporte)”.
Corfield agregó que “los sistemas de comunicación con los que cuenta el guardabarrera es un teléfono Nextel y un aparato que le llaman magneto (teléfono con bobina magnética a manivela) –quedó sorprendida por lo antiguo del sistema–, que es como un teléfono que vía cable se comunica con la estación anterior que avisa del paso del tren”.
La fiscal dijo que testigos del choque aseguraron que el guardabarrera “estaba dentro de la garita” y que el hombre “daba el aspecto de haberse quedado dormido”. Y señaló que “en principio está sospechado”.
Por su parte, Orfila aseguró que “en el momento del accidente todo el equipamiento funcionaba correctamente”. Dijo que el guardabarrera, un hombre de 64 años a punto de jubilarse, “sabía el itinerario. Cuando le pasaron la señal del magneto, él contestó. Cuando se lo llamó por Nextel, contestó. Estamos averiguando qué es lo que pasó. Tenía tres alertas y respondió a todas”, aseguró el directivo.
En tanto, el dirigente gremial, Sobrero, sostuvo que “venimos denunciando el estado de precariedad de la línea desde hace mucho tiempo. No tenemos señales lumínicas, no hay protección para el tercer riel (aporta de alimentación eléctrica a las formaciones) y cualquiera que cruza por donde no debe, como ocurre, se puede electrocutar, hay barreras que no tienen personal”.