Consecuentes con su práctica escénica y formativa, la Compañía de Repertorio de la Escuela Experimental del Rayo presenta su Ciclo de Teatro de Verano, con obras los días viernes y sábado a las 21, en la sala ubicada en Salta 2991. Hoy y mañana será el turno, respectivamente, de El hombre de la flor en la boca –sobre texto de Luigi Pirandello– y El acompañamiento –de Carlos Gorostiza–, ambas con dirección de María de los Ángeles Oliver.
“Particularmente, estas dos obras son estructuras que nos resultan muy interesantes para trabajar con los alumnos. La elección es de Aldo El-Jatib, director además de la escuela, y tienen que ver, justamente, con textos que nos permiten desarrollar el trabajo actoral desde nuestro punto de vista, sobre todo en lo relacionado con el aprendizaje de texto y darle naturalidad; más aún cuando algunos son muy alejados de lo que es nuestra cotidianeidad, como es el caso de El hombre de la flor en la boca, de Pirandello; con El acompañamiento es todo lo contrario, ya que es bien argentino, están el tango y nuestra idiosincrasia. Son diferentes formas de trabajar la técnica con nuestros alumnos”, explica la directora a Rosario/12.
Inspirado en el relato “Con la muerte encima”, El hombre de la flor en la boca está interpretado por Claudio Muntaabski, José María Ochoa y Sebastián Arriete. El acompañamiento cuenta con las participaciones de Daniel Sanzberro y Manuel Salas. El fin de semana próximo, la cartelera incluirá, siempre en el horario de las 21, las puestas de El nuevo mundo (viernes 17 y 24 de febrero), de Carlos Somigliana, con protagónicos de Melisa Lansky, Juan Mollo, Josefina Valdés Tietjen, Pablo Capdevila, Manuel Salas y Claudio Muntaabski; y de Amelia (sábados 18 y 25 de febrero), de Aldo El-Jatib, con María Inés Vitanzi y José María Ochoa. Estas dos obras, también con dirección de María de los Ángeles Oliver.
“En estos casi 30 años que tenemos, lo que hicimos fue preocuparnos y esforzarnos mucho por la técnica actoral, por darle una metodología a nuestra forma de hacer teatro y de estructurar un montón de cosas que como actores, y a partir de la experimentación y el trabajo de investigación, íbamos encontrando. Lo que quisimos fue, así como estructurarlo, transmitirlo, para que se transforme en una técnica, en algo que las personas puedan aprender y que pueda ayudarles, así como lo hace con nosotros, a amplificar las posibilidades comunicadoras del actor, es decir, la potencia del lenguaje teatral. La Escuela del Rayo es el lugar donde podemos transmitir todo esto”, continúa Oliver.
De acuerdo con lo referido por la directora, “hacer temporada forma también parte del proceso de la escuela, tiene que ver con vivir la experiencia de no sólo llegar a un resultado final, sino que además este resultado sea el comienzo de otro proceso actoral, el de las funciones. Lo que consideramos es que cuando el espectáculo se estrena es cuando nace, cuando empieza otra historia, y esa historia es la vida misma del espectáculo”.
En cuanto a la elección de textos diversos y la técnica actoral, María de los Ángeles Oliver agrega que “al contrario de lo que se cree, nosotros somos muy amantes de los textos, porque para nosotros es siempre muy importante que primero se trabaje muy bien el aprendizaje de textos para luego pasar a lo experimental; para romper con un lenguaje hay que conocerlo bien, saber hacerlo. Por darte un ejemplo, nos parecen muy ricos para el trabajo actoral textos como la poesía de García Lorca, que se pueden decir de una manera muy orgánica, son un desafío para el actor, y es muy disfrutable de hacer”.
En relación con la propuesta pedagógica de la Escuela Experimental del Rayo, Oliver destaca que “para nuestra técnica, si se quiere, es más dócil quien viene sin experiencia, a diferencia de quien ya tiene una forma de hacer teatro, porque le va a costar mucho salir de ahí para sumergirse en lo que proponemos nosotros. Desde ya, vamos tratando de encontrar estructuras de trabajo acordes al physique du role de cada uno y a las características específicas de cada estructura de trabajo”. Y adelanta, además, que “en marzo volvemos con obras nuestras, con La Orden del Dragón, de Aldo El-Jatib, una obra muy profunda, que tiene como tema la dictadura y en un mes que es para tener presente; y en abril también vamos a hacer una gira”.