La jefa de la unidad fiscal que investiga hechos de extorsión y balaceras, Valeria Haurigot, aseguro ayer que "hay un predominio cada vez más grande" de los delitos que tienen origen o planificación por parte de personas presas. En relación a la problemática del uso de celulares en unidades penitenciarias, aseguró que “todo el tiempo hablan de matar, balear y de armas”. Y sumó que "el peor problema" está en las dependencias federales.

La fiscal indicó en Radio2 que en los celulares que se suelen secuestrar a personas detenidas en diferentes requisas, los investigadores suelen encontrar intercambios y comunicaciones en las que “todo el tiempo hablan de matar, balear y de armas”. Y lamentó que, tras esos procedimientos, "a la hora consiguen un nuevo teléfono para continuar”.

En ese sentido, aseguró que “el peor problema está en las cárceles federales. Los establecimientos penitenciarios están pensados de manera antigua, con presos de baja lesividad. Hoy mezclan a narcos con presos por delitos comunes”, sostuvo Haurigot.

Al mismo tiempo, la funcionaria judicial señaló que “la brutalidad y el crecimiento de la crueldad” en los hechos que se ven a diario en la ciudad "dan cuenta de que hay un predominio cada vez más grande de hechos digitados desde la cárcel". Y agregó: “Que no haya control en la cárcel, que en la conformación de pabellones no separen a los narcos, redunda al final en una violencia mayor”, consideró. Y lo relacionó con el hecho de que “la posibilidad de dar respuesta del Estado se aminore, se genere cansancio y desdén”, planteó.

En tanto, la fiscal que además investiga el ataque cometido esta semana contra el Distrito Sudoeste, fue consultada sobre la llegada de Claudio Brilloni como ministro de Seguridad: “Más allá de la persona, siempre la idea es trabajar en coordinación para esclarecer los hechos, que es el objetivo del Ministerio Público de la Acusación”, señaló.