Como suele ocurrir cada verano, la temporada teatral en Buenos Aires ofrece una variedad de propuestas para todos los gustos. Convivencia obligada, escrita y dirigida por Ernesto Medela es una de las tantas opciones, que puede verse todos los viernes y sábados a las 20 en el Teatro Regina, y que apunta a un público afín a la comedia.
Con las actuaciones de Bautista Lena (quien además es uno de los productores del espectáculo), Imanol Rodríguez, Manuela Viale, Tupac Larriera, Facundo Gambandé y Alejandra Majluf, la obra cuenta las aventuras de dos chicos y una chica, todos adolescentes (que no son familia ni comparten una amistad), y que tienen la ilusión de irse a vivir solos. Con muchas expectativas llegan a un departamento, pero ahí mismo se dan cuenta de que nada es lo que esperaban por culpa de un gestor inmobiliario que no cumplió sus promesas. Sin embargo, deciden quedarse, afrontar la situación y convivir. “La intromisión de una madre preocupada, un novio celoso, hace que todo se desborde hacia un final impredecible”, describe la sinopsis de la puesta. “Es una obra que tiene de todo: amor, conflictos”, detalla Lena y sostiene que, lo principal, es que “se trata de una comedia para reírse sin parar”.
La convivencia de por sí es un tema complejo. Si a eso se le suman intereses y pujas de diferentes personas puede serlo aún más. Pero Convivencia obligada se ríe de eso, lo desdramatiza y lo convierte en “una comedia que funciona con chistes de todo tipo”, detalla Rodríguez. “La respuesta inmediata que se nota al instante son la risa y los aplausos. Es muy bien recibida por el público y a la salida del teatro también”, agrega. “Claramente la obra puede ser tomada como una tragedia absoluta y el garrón de lo que puede llegar a suceder si te tenés que enfrentar a una situación así, pero junto con el elenco y a Ernesto desde el guion, es planteada desde una comedia”, comenta Larriera.
Si bien Convivencia obligada está dirigida a todo tipo de público, los actores que componen la puesta tienen seguidores cautivos de sus redes sociales, un trabajo que se cruza y complementa con el del teatro, y que lo usan para hacer otra apuesta: atraer a un público joven que tal vez no tiene el hábito o incorporada la salida de “ir al teatro”. “Es una obra para todo tipo de público, pero apuntamos, al tener un elenco joven y fuerte también en las redes sociales, a acercar a una generación que tal vez que no está tan acostumbrada o que piensa que no es tan divertido, a la experiencia de ir al teatro”, cuenta Lena.
-¿Cómo se da el balance de su trabajo en las redes con la parte artística? ¿es algo que se complementa?
Facundo Gambandé: -Yo creo que es algo que se complementa. A medida que uno hace distintas cosas o tiene diferentes proyectos, la gente quiere saber un poco más, y las redes permiten mostrarse con los seguidores desde otro lugar. Además, en las redes también está la posibilidad de hacer cosas artísticas.
Imanol Rodríguez: -Sí, claramente se complementa. Es una herramienta de trabajo que la usamos con fines personales, y también para vender entradas y que la gente tenga la oportunidad de poder acercases al teatro y disfrutar. De hecho, es una de las grandes herramientas que tenemos para la convocatoria. Se aprovecha un montón, y el público lo agradece.
-¿Qué fue lo que les atrajo del proyecto de Convivencia obligada para formar parte?
Bautista Lena: -Desde el principio lo que me gustó fue que se tratara de una comedia muy divertida. También me interesó mucho que en las charlas y las reuniones que tuvimos con Ernesto previas a los ensayos, él estaba super abierto y le interesaba mucho el ida y vuelta con los actores. Y eso me parece clave a la hora de trabajar. Además, a mí me gusta mucho hacer comedia, es el género que más disfruto. Hacer reír a la gente me parece de las cosas más lindas y a la vez más difíciles para un actor. Hay un concepto de que la comedia es fácil y para mí es todo lo contrario.
Alejandra Majluf: -La propuesta me llegó por el director, con quien ya había trabajado, y enseguida dije que sí. Lo primero que me convenció fue que no me quería perder la posibilidad de estar en el Teatro Regina, que es un lugar precioso con mucha historia. Eso se sumó a que el elenco es un amor, y a que apareció la posibilidad de que también otras generaciones me descubrieran.
Manuela Viale: -Cuando leí el guion y me reí leyéndolo me dio la señal de que tenía que dar un paso más. Después de tener la primera reunión y conocer a todos terminé de confirmar que ese sentimiento de que lo tenía que hacer era correcto.