Con casi nulas posibilidades de alcanzar los dos tercios necesarios para “excluir” al diputado y ex ministro de Planificación Julio De Vido de la Cámara baja, la alianza oficialista Cambiemos igual continuará su embestida contra el kirchnerismo en el Congreso como parte de su campaña electoral. Hoy, junto a sus aliados más fieles del massismo en la cruzada, emitirán un dictamen de mayoría en la comisión de Asuntos Constitucionales para expulsar a De Vido. Mañana irán al recinto de la Cámara de Diputados, donde sin los votos para concretarlo el oficialismo buscará transformar una casi inevitable derrota en “victoria moral” y bandera de campaña. 

Las señales de que los cálculos previos lo llevarían a una casi segura derrota las proporcionó ayer el propio jefe del interbloque de Cambiemos, el radical Mario Negri. “Ya sabíamos de antemano que no teníamos los números solos para expulsar a De Vido”, admitió. 

Negri también mostró las últimas cartas que jugará el oficialismo para forzar una situación a favor. “El cuerpo por mayoría simple debe definir si se autorizan o no las abstenciones. Alguno puede pensar que la abstención le servirá para no comprometerse en una decisión de esta trascendencia, pero acá se vota a favor de la exclusión de De Vido o en contra”, sentenció y desempolvó un antecedente parlamentario: “En el caso de Luis Patti, la Cámara no autorizó las abstenciones de acuerdo al procedimiento que estable el reglamento de Diputados”. 

Aunque Negri obvió que las causas que pesaban sobre Patti eran por delitos de lesa humanidad. “Mientras no sean declarados culpables por sentencia firme, los habitantes de la Nación gozan de un estado de inocencia aun cuando respecto a ellos se haya abierto causa penal y cualquiera sea el progreso de la causa. Ese estado no se destruye con la denuncia, el procesamiento o la acusación. Se requiere una sentencia penal condenatoria, pasada en autoridad de cosa juzgada. Esto es lo que significa la garantía constitucional”, dijo entonces el macrista Pablo Tonelli –que hoy preside la Asuntos Constitucionales– en defensa de Patti.    

La intención del oficialismo y sus socios es tratar de torcer la decisión de  diputados y distintos bloques legislativos que, a pesar de sus duras críticas a De Vido, no comparten la legalidad y metodología de la exclusión del diputado empujada por el oficialismo, como se pronunciaron los diputados del FIT. “Se está excluyendo la responsabilidad de los jueces que no han avanzado en estos años”, dijo el diputado Pablo López (PO-FIT) y agregó que “no es cierto que si lo expulsamos van a avanzar las causas, no son los procedimientos que dice la Constitución”. Concluyó que “no vamos a ayudar a De Vido ni votar con (Elisa) Carrió”, dejando abierta la posibilidad de abstención. 

Otros de sus diputados, Juan Carlos Giordano (FIT-IS) directamente la dio por hecho. “El Gobierno dice que De Vido no tiene ‘dignidad moral’ pero aprobaron una ley para salvar a la corrupta Odebrecht; les pagaron a los corruptos fondos buitres y votaron el blanqueo de capitales legalizando fondos mafiosos. ¿De qué ‘moral’ hablan Carrió y Massa? La ‘inhabilidad moral’ que quieren usar contra De Vido puede ser usada discrecionalmente contra la izquierda. El actual gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, de Cambiemos, ha pedido el desafuero de legisladores provinciales del FIT por apoyar un corte de calle en la jornada de paro general de abril. Por eso nos vamos a abstener”.

La idea del oficialismo es que estos y otros diputados con posturas similares dejen el recinto ante la obligación de tener que rechazar o no la propuesta de la expulsión. Las ausencias son la otra carta del oficialismo para arañar los dos tercios de los presentes en la sesión. Necesita que al menos unos 30 diputados se ausenten –algo que igual parece lejano– para alcanzar ese número necesita quebrar voluntades dentro del FpV-PJ.

A pesar del pacto acordado con el massismo, Cambiemos nunca tuvo los votos seguros para expulsar a De Vido. Reconocen que en el mejor de los casos el porotómetro marcó 160 adhesiones de las 172 necesarias si hubiera asistencia perfecta de los legisladores. 

Los rechazos públicos a la expulsión del ex ministro que realizaron los diputados santiagueños del Frente Cívico y los misioneros del Frente de la Concordia, terminaron por derribarles las expectativas al oficialismo. Ahora, el gobierno macrista también los presiona para que se ausenten en la votación. 

Aun frente a una previsible derrota, en Cambiemos evalúan la embestida contra De Vido como una victoria y una bandera de campaña electoral. Algo de lo que intentará sacar provecho la alianza electoral massista de 1País.