Alejandro Kurz aprovechó el hiato al que obligó la pandemia para poner a circular su debut solista, Brillando azul. Luego de editarlo en 2021, lo presentó en vivo el año pasado, situación que reforzó con la salida del single “Viajando por tus sueños”. Si bien en los próximos meses el cantautor nacido en 1982 se dedicará cien por ciento a El Bordo, este arrebato artístico terminó impactando, a manera de ejercicio compositivo, en el nuevo disco de la banda. “En 2013 saqué el libro de poesía Oikumene, que lo acompañé con una gira nacional en la que tocaba algunas canciones”, invoca como antecedente. “Pero en la pandemia, al estar tanto tiempo encerrado y no poder interactuar con los demás, saqué este disco. Nació de mi juego con los instrumentos y de la intimidad. Me parece que el formato está súper bueno porque los shows fueron muy cálidos y me permitieron reencontrarme con la gente”.

-Posiblemente para muchos fue toda una sorpresa esta impronta más próxima al pop, al igual que verte en vivo sin El Bordo. ¿Te sorprendió también a vos?

-Digamos que la gente pueda sorprenderse de que haya ido hacia otro lado. Eso me pone feliz. Es un disco en el cual me encuentro desnudoy que me permite mostrar mi parte más sensible. Eso es lo más pop de todo esto. La verdad que me gusta mucho. Creo que el álbum quedó súper, incluso en el arte de tapa (está inspirado en el disco Blue, de Joni Mitchell). Cuando veos esas dos esferas siento que tengo un hijo muy circular. Y es que parte de las canciones tienen un aura muy circular. Es una mezcla de un poco de pop, folk y electrónica. Y algo quizá más alternativo.

-¿Si no hubiese habido pandemia este disco no existiría?

-No lo sé. Fue una cuestión de dedicarme a eso, de poner en juego la fase creativa. Creo que la pandemia sacó de cada uno de nosotros lo peor y lo mejor. Cuando lo encaré, este disco me encontró por ahí medio perdido, sin rumbo.

-¿Todo el repertorio es pandémico?

-De las ocho canciones, cinco las compuse durante la pandemia. Pero “Soledad poblada” es un tema que tiene como 10 años. Así que la mayoría de las canciones son del momento.

-Algo que también llama la atención es que tu manera de cantar cambió bastante, a partir de la época del Refugio, último disco de estudio de tu banda. Si bien antes decían que cantabas como el Indio Solari, hoy tenés tu propia identidad interpretativa. ¿Cómo fue ese camino?

-La verdad es que sí. Vengo creciendo vocalmente con la banda y ya pasaron muchos años de la incorporación de esa búsqueda a la que te referís. Al principio, la sensación era de “me quiero morir” por las comparaciones. Pero me sirvió escuchar mucho. En este caso, no tenía computadora ni micrófono, así que las voces de las maquetas las grabé en el celular. Simplemente era la transmisión de lo que yo quería decir y estaba impreso ahí en la canción. No había intermediarios, no había ningún efecto, ningún micrófono, ningún compresor. Desde ya que no había ningún afinador, porque no uso autotune. Es súper genuino.

-La forma en que grabaste las maquetas es igual a la que usan los traperos o la mayoría de los chicos que empiezan en la música.

-Totalmente. Por eso te dije antes que la pandemia sacó lo mejor y lo peor de cada uno. Tengo el estudio de la banda y no podía ir por el encierro: tenía que grabar con las herramientas que estaban a mi alcance. Entonces sentí que no necesitaba muchas vueltas, que esas canciones eran para un disco en solitario porque me resultaba bastante completo.

-Hasta ahora no contaste porque tuviste la necesidad de llevar adelante esta carrera solista.

-Me di cuenta de que podía hacer un disco solista cuando terminé la primera canción, que fue “El comienzo”. Venía escuchando a Gorillaz, Nine Inch Nails y otros artistas que me gustan mucho, pero que en el contexto de El Bordo no tienen nada que ver. Una vez que acabé el tema, me pareció que no pedía el formato de banda. Estaba resuelto. Y el movimiento me fue llevando hacia otro lugar.

-Ahora que llevás en paralelo una carrera grupal y otra individual, ¿tenés algún oráculo que sirva de guía para no perder el equilibrio?

-Uno de mis referentes es Eddie Vedder (líder de la banda de rock Pearl Jam), porque maneja de manera magistral la coexistencia entre su grupo y su carrera solista. Parece que termina de moldear toda la visión artística que uno tiene y me seduce mucho esta posibilidad de poder mostrar esta faceta.