El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el ahorro de 2100 millones de dólares en la compra de gas a lo largo de 2023. Además, calificó al presente año como "el último en que Argentina tiene que hacer importaciones de este combustible". Massa formuló estas declaraciones acompañado por la secretaria de Energía, Flavia Royón, y el presidente de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez.
"Durante el año pasado, uno de los daños que sufrió la economía argentina fue por el efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Esto impactó en el precio de la importación de los barcos de Gas Licuado (GNL) que inyectan este combustible a nuestra matriz energética", explicó el jefe de Hacienda.
Sin embargo, las mayores importaciones de energía durante el año pasado fueron compensadas por los buenos precios de exportaciones de los commodities agrícolas y de los minerales. De esta manera, la balanza comercial cerró el 2022 con un superávit de 6923 millones de dólares.
Impacto en las cuentas externas
En medio de un aumento de la tensión cambiaria y dudas sobre la capacidad de alcanzar la meta de acumulación de reservas que el país acordó con el FMI, el ministro Massa salió a dar la buena noticia en materia energética, que tiene un impacto positivo en las cuentas externas.
"Para este año, los gastos presupuestados originalmente para importación de GNL eran de 3465 millones de dólares, a 55 dólares el millón de BTU. Sin embargo, el impacto de la volatilidad del precio internacional de GNL abrió una ventana de oportunidad para Argentina. En este cuadro de baja de precios, se decidió anticipar la compra de GNL que permitió bajar el precio a 20,8 dólares el millón de BTU, a través de un proceso licitatorio, en tres bloques, con participación de nueve empresas internacionales en cada uno de estos segmentos", detalló Sergio Massa.
De esta manera, calculó el ministro, los 3465 millones de dólares que Argentina iba a gastar en materia de importación de GNL se reducen a 1313 millones de dólares. "Esto genera, por un lado, un ahorro de salida de divisas para la Argentina de más de 2100 millones, y por el otro, un ahorro fiscal de más de 500 mil millones de pesos", aseguró Massa.
A este ahorro vía precio, se suma el que se va a producir a partir del mes de julio de este año con la finalización del gasoducto Néstor Kirchner, que redundará en una baja de las cantidades importadas de gas y combustibles líquidos. Sin embargo, los efectos positivos en materia de divisas por el lado energético se enfrentarán al fuerte impacto que producirá la sequía en la cosecha de este año. Se calcula que en relación al 2022, el país dejaría de facturar entre 6 y 10 mil millones de dólares.