Lanzado de lleno a su campaña para convertirse en candidato a la presidencia por Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta afirmó ayer su voluntad de prohibir “desde el primer día” de su eventual gobierno la mediación de las organizaciones sociales en la gestión y distribución de planes sociales. “Eso se hace desde el Gobierno nacional y se puede cortar el 10 de diciembre”, anunció, en plena disputa con el ala dura cambiemita pero también con los radicales, retomando uno de los caballitos de batalla de la derecha autóctona. A caso ocho años de las promesas de “pobreza cero” y de la minimización del problema inflacionario que se convertirían en un boomerang hacia el final de la gestión de Mauricio Macri, el alcalde porteño dijo haber aprendido del fracaso del magnate que “hay que ser claro, crudo y transparente” en las promesas de campaña.

Luego de reunirse en el country más exclusivo del sur argentino con Macri, con quien disputa el liderazgo dentro del PRO, el jefe de gobierno afirmó tener una “buena relación, de confianza” con el empresario. “Son más de 20 años trabajando con él. A veces veo que el periodismo habla de ‘cumbre’, pero es natural que nos reunamos”, minimizó. Consultado sobre su eventual llegada a la presidencia, sin embargo, buscó diferenciarse, aunque no por los trazos gruesos de la política económica que derivó en una nueva etapa de endeudamiento con el FMI sino por el ritmo en la ejecución y por el tono de las promesas de campaña.

“Una de las principales autocríticas de Mauricio en su libro es que no fue lo suficientemente claro respecto de la situación que recibió; dio un mensaje más optimista de lo que la situación era. No vamos a repetir lo mismo”, aclaró. “Hay que ser claro, crudo y transparente, pero también transmitir la esperanza que uno tiene”, añadió, sin entrar en detalles, durante una entrevista más que amigable en radio Mitre.

Al tema de los programas sociales llegó a partir de los cortes de calles, otras de las ideas fuerza que no fallan a la hora de fidelizar votos de derecha. “Lo que hay que hacer ahí es replantear los planes sociales. Manifestaciones hay en todas las ciudades del mundo, pero lo que no hay son manifestaciones con tanta frecuencia”, dijo. “Esto sucede porque los planes sociales los dan las organizaciones sociales –que en realidad son políticos–, que tienen la potestad de decidir a quién le dan el plan. Con eso tienen un poder enorme y los obligan a ir a las marchas. Lo que hay que hacer es que los planes los dé el Estado”, planteó. “Eso se hace desde el Gobierno nacional y se puede cortar el 10 de diciembre, desde el primer día”, prometió. “Lo otro es que no sean eternos. Hay que generar trabajo y promover que la gente busque trabajo. Además, hoy a quien consigue trabajo se le saca el plan. Entonces, cuesta conseguir trabajadores”, razonó, sin explicar cómo resolvería esa disyuntiva.

Larreta además contó que espera terminar su recorrida por le Argentina antes de lanzar su precandidatura, aseguró estar “estudiando mucho” y sugirió que su plan de gobierno “tiene que ser muy profundo en lo económico y en lo productivo”. Parafraseó al presidente al afirmar que “hoy el mundo, producto de una situación triste como la guerra, está necesitando alimentos argentinos y esto nos da una gran oportunidad”. En ese sentido, añadió que “hay que ayudar abriendo más mercado y no volviendo loco al campo con controles, retenciones altísimas, dólar soja”.

En sus paseos de campaña, el alcalde porteño dijo percibir “angustia y resignación”. “Preocupa el tema de la inflación” y “lo otro que recojo es la inseguridad. Fuera de la Capital, la gente tiene miedo de salir al Conurbano, y es terrible. El avance del narco en San Martín y ni hablar de lo que está pasando en Rosario... Te diría que son los dos temas principales”, afirmó. Hacia el final de la charla admitió que “hoy para mí la prioridad es Juntos por el Cambio” e incorporó brevemente el tema del juicio político a los jueces de la Corte Suprema: “Es gravísimo lo del Congreso y estamos muy unidos para que el gobierno no avance contra la Corte”, afirmación que relativiza el reimpulso de la Coalición Cívica a sus acusaciones contra Ricardo Lorenzetti, sobre las que no logró en su momento el apoyo del gobierno del que formaba parte.