Este domingo 12 de febrero se cumplen 39 años de la muerte del escritor argentino Julio Cortázar, autor de cuentos, novelas, poesías, cartas, críticas, traducciones y más, quien falleció a los 69 años en París. Apasionado por la lectura y la escritura desde muy joven, se convirtió en uno de los máximos referentes de la literatura argentina en el mundo, y es autor de Los premios, Rayuela, Bestiario, Todos los fuegos el fuego y Final de juego, entre otros títulos más emblemáticos.
“Desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas”, escribió de su puño y letra en una carta en 1963. Ese año publicó Rayuela, su segunda novela, que lo llevó a la fama a escala global con un lenguaje y una estructura signada con un estilo único y personal.
25 frases de "Rayuela", la obra maestra de Julio Cortázar
- “Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”.
- “Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”.
- “Sólo viviendo absurdamente se podría romper alguna vez este absurdo infinito”.
- “La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos”.
- “Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso”.
- “Música, melancólico alimento para los que vivimos de amor”.
- “¡Oh corazón mío, no te levantes para testimoniar en contra de mí!”.
- “Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos”.
- “Total parcial: te quiero. Total general: te amo”.
- “¿Quién está dispuesto a desplazarse, a desaforarse, a descentrarse, a descubrirse?”.
- “Cuando los amigos se entienden bien entre ellos, cuando los amantes se entienden bien entre ellos, cuando las familias se entienden bien entre ellas, entonces nos creemos en armonía. Engaño puro, espejo para alondras. A veces siento que entre dos que se rompen la cara a trompadas hay mucho mas entendimiento que entre los que están ahí mirando desde afuera”.
- “Pobre amor el que de pensamiento se alimenta”.
- “Para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero”.
- “Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella”.
- “Hacés demasiado caso de unas pocas metáforas”.
- “Y así es cómo los que nos iluminan son los ciegos”.
- “Vos no podrías, dijo. Vos pensás demasiado antes de hacer nada. —Parto del principio de que la reflexión debe preceder a la acción, bobalina”.
- “Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes”.
- “Usaba las haches como penicilina”.
- “El alacrán clavándose el aguijón, harto de ser un alacrán pero necesitando de su alacranidad para acabar con el alacrán”.
- “¿A vos no te pasa que te despertás a veces con la exacta conciencia de que en ese momento empieza una increíble equivocación?”.
- “Pero lo malo del sueño no es el sueño. Lo malo es eso que llaman despertarse…”.
- “Heste Holiveira siempre con sus hejemplos…”.
- “No se puede querer lo que quiero, y en la forma en que lo quiero, y de yapa compartir la vida con los otros. Había que saber estar solo y que tanto querer hiciera su obra, me salvara o me matara”.
- “La felicidad tenía que ser otra cosa, algo quizá más triste que esta paz y este placer, un aire como de unicornio o isla, una caída interminable en la inmovilidad”.