Bobi, un perro de más de 30 años que vive en una pequeña población del centro de Portugal, fue designado oficialmente como "el perro más longevo del mundo", por la organización internacional Guinness World Records.

Bobi destronó con esta marca a "Spike", un chihuahua originario de México y con residencia en Ohio, Estados Unidos, que dos semanas atrás había recibido el premio por sus 23 años de vida.


En tanto, el anterior perro señalado por la publicación como "el más viejo de la historia" era un boyero australiano llamado "Bluey", una raza de pastor ganadero, que vivió 29 años y 5 meses entre 1910 y 1939.

 (Foto: Patricia de Melo Moreira/AFP)

La organización del Guinness hizo el anuncio después de homologar el registro de "Bobi" certificándolo oficialmente en su Libro, en los primeros días de febrero.

Al documentarse este récord, el perro tenía 30 años y 266 días, que lo convirtió en "el más longevo de todos los tiempos".

"No esperábamos este recibimiento", manifestó sorprendido Leonel Costa, su propietario de 38 años. "Desde hace varios días, curiosos y periodistas del mundo entero llegan para conocerlo", explicó.

 (Foto: Patricia de Melo Moreira/AFP)

El perro, de pelo castaño y carácter muy sociable, pesa unos 29 kilos. Vive rodeado de gatos en una casa de Conqueiros, un pequeño pueblo cerca de la ciudad de Leiria, en la histórica provincia de Beira Litoral, centro del país, a unos 150 kilómetros de la capital, Lisboa.

"Bobi" es un "Rafeiro de Alentejo" de pura raza, como denominan a los mastines portugueses, con una esperanza de vida media entre 12 y 14 años, recuerda el Guinness, sobre esta raza autóctona de perros de Portugal, tradicionalmente empleada por los pastores como guardiana de rebaños.

 (Foto: Patricia de Melo Moreira/AFP)

"Quería que se reconociera su edad, él fue el único de cuatro cachorros en lograr sobrevivir", confió Leonel Costa, y atribuyó la longevidad de su mascota "al ambiente tranquilo en el que vive" y a la "alimentación variada que recibe en casa, basada en carne y pescado".

"Siempre comió lo que comemos nosotros"
, subrayó Costa.

"Es un caso particular, porque las imágenes difundidas no parecen mostrar los signos de un perro que sea muy viejo, ni tampoco que exhiba problemas de movilidad o de masa muscular", diagnosticó por su parte Miguel Figueiredo, facultativo de la clínica veterinaria Joao XXI, de Lisboa.