"Te meto cinco tiros, te ato a un ancla y te tiro al Paraná". Semejante amenaza, una vez proferida, tiene un límite difuso que la separa de su previsible cumplimiento. Esas palabras fueron las que denunció en un pedido de auxilio la mujer que el domingo fue rescatada de un predio del exclusivo balneario de Costa Esmeralda, donde según la justicia se encontraba secuestrada por su marido. El denunciado fue detenido por el equipo de rescate de la DDI de San Isidro y de la SubDDI del Partido de la Costa. Esta mañana, ante la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, del juzgado de Garantías 3 de San Isidro, pidió postergar 24 horas su indagatoria para ser representado por un abogado particular en lugar del defensor oficial que le habían asignado.

El imputado, identificado por sus iniciales com J.C.A., de 52 años y dueño de una gomería en el partido de Tigre, llegó esta madrugada trasladado desde la Subdelegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) del Partido de la Costa, a la DDI de San Isidro y de allí fue llevado esta mañana a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de San Fernando Oeste para su indagatoria. 

El propio fiscal Matías López Vidal, a cargo de la causa, confirmó este mediodía al hablar con la prensa en la puerta de la UFI que la jueza Rodríguez Mentasty convirtió la aprehensión del imputado en detención formal y que quedó preso acusado de cuatro delitos: "privación ilegal de la libertad agravada por la relación de pareja, abuso sexual con acceso carnal, amenazas agravadas por el uso de armas y tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil y de guerra", todo en contexto de violencia de género.

"La mujer (de 42 años, cuya identidad se resguarda) está muy angustiada y aún en estado de shock, pero logró contar que hacía seis meses que se quería separar, que él no lo aceptaba y que en una oportunidad, en su casa de las islas de San Fernando, el hombre le dijo 'te voy a atar a un ancla y te tiro al Paraná'", contó a Télam uno de los investigadores judiciales.

El fiscal ratificó que la denuncia fue presentada el sábado por la noche cuando "una familiar" -la hermana- se presentó en la Comisaría de la Mujer de San Fernando para denunciar el secuestro. El audio que desesperada presentó como prueba tiene su particular gestación.

Hacía seis meses que ella se quería separar. En el audio cuenta que en una oportunidad, el hombre la llevó al muelle de la casa que tienen en el delta de San Fernando, sobre el Canal de la Serna, en medio del Delta y alejado de la zona de Tigre, le apuntó con un arma y le dijo: “Te voy a meter cinco tiros”. Y también "te ato a un ancla y te tiro al Paraná". 

La víctima comentó que hacía seis meses que ella se quería separar y que el 29 de enero fue el día en el que su marido la obligó a ir a Costa Esmeralda, donde la tenía retenida y aislada. La encerró en el predio del lote 64, del Barrio Golf 1, de Costa Esmeralda, y le quitó el celular. 

De alguna manera aún no precisada, se contactó con una tía que se encontraba próxima al balneario y que concurrió a visitarla. En un descuido del marido, la tía le pasó un celular. Y fue a través de ese aparato que le envió un audio a su hermana, de alrededor de 8 minutos de duración, en el que relataba su situación. “Y a partir de este teléfono –sostuvo el fiscal-, ella puede mandar un audio a su familiar a Buenos Aires y con ese audio hace la denuncia”.

Consultado sobre si la víctima estaba encerrada en la casa de Costa Esmeralda, López Vidal aclaró: “La privación ilegal de la libertad en este contexto de género es diferente a lo que nosotros conocemos como una privación ilegal de la libertad clásica. Porque se da en otro contexto, donde hay otro tipo de presión, es otro tipo de poder, del hombre sobre la mujer”. En este caso había una “dependencia económica”, que la pareja vivía “en una isla alejada del continente” donde a ella se le dificultaba “la posibilidad de pedir algún tipo de ayuda” y que los tres hijos del matrimonio eran otro “elemento de presión”, explicó el fiscal. 

El fiscal indicó que la mujer ya estaba con su familia en Buenos Aires, que ya puso a su disposición el “equipo interdisciplinario” de asistencia a la víctima que trabaja para la UFI y que cuando sea el momento adecuado la citará para ampliar la denuncia.