El clero católico de Portugal abusó sexualmente de al menos 4815 menores desde 1950, según anunció una comisión de investigación que dio a conocer su conclusión este lunes luego de escuchar a cientos de víctimas. La investigación fue encargada en 2021 por la iglesia del país, que tiene una arraigada tradición católica.
En octubre, un equipo de seis expertos, encabezado por el psiquiatra infantil Pedro Strecht, anunció que había registrado 424 testimonios legítimos de presuntas víctimas pero advirtió que el número total era "mucho mayor". La mayoría de los crímenes denunciados están prescritos pero 25 acusaciones fueron presentadas a la justicia y por ese motivo se abrieron investigaciones.
"Cada uno de los casos nos permiten establecer una red de víctimas mucho más amplia”, declaró Strecht en una rueda de prensa en Lisboa.
Los hechos denunciados revelan "situaciones graves que persistieron durante décadas, que se hacen más evidentes cuanto más se retrocede en el tiempo”, afirmó en octubre del año pasado durante el primer balance el equipo que lleva adelante las investigaciones.
Uno de esos casos fue relatado por una víctima, Alexandra. En una entrevista telefónica con AFP dijo que "llevaba muchos años guardando este secreto, pero sentía que era cada vez más difícil gestionar eso sola". "Es muy difícil hablar del tema en Portugal", un país en el que el 80% de la población se define como católica, explicó Alexandra, que llegó a denunciar a su agresor ante las autoridades eclesiásticas pero sintió que fue “ignorada”. Tres años más tarde, los expertos de la comisión independiente ofrecieron escucharla y proporcionarle un apoyo psicológico.
Los obispos portugueses el mes próximo se reunirán para "erradicar en la medida de lo posible esta lacra de la vida de la Iglesia", aseveró en enero el secretario de la conferencia espicopal, el padre Manuel Barbosa.
"Que los obispos pidan perdón no significa nada para mí. No sabemos si lo dicen en serio", expresó Alexandra, que dijo sentirse "asqueada" por la iglesia y su encubrimiento de los abusos sexuales. En abril, el cardenal-patriarca de Lisboa y máximo prelado de la iglesia portuguesa, Manuel Clemente, se declaró dispuesto a "reconocer los errores del pasado" y a "pedir perdón" a las víctimas.
Ante los miles de casos que salieron a la luz en todo el mundo y las acusaciones de encubrimiento, el papa Francisco prometió en 2019 erradicar los abusos sexuales a menores del clero en el seno de la iglesia. En agosto el pontifice va a viajar a la capital portuguesa para las jornadas mundiales de la juventud y podría reunirse con las víctimas, indicó recientemente el arzobispo auxiliar de Lisboa, Américo Aguiar.
Francia, Irlanda, Alemania, Australia y Países Bajos publicaron informes para empezar a investigar los crímenes de las iglesias. Mientras tanto, Alexandra ve el trabajo de la comisión como un "buen inicio" para los que buscan "romper el muro" de silencio que los rodeó durante tanto tiempo.