"Yo solo confío en la gente del Programa de Protección de Testigos y en mi familia. En nadie más". La frase elocuente salió ayer de boca de Nancy Scarfone, la viuda de Pablo Cejas -el policía asesinado hace una semana en Santa Fe- que el lunes fue recibida por los ministros de Gobierno, Pablo Farías, y de Seguridad, Maximiliano Pullaro. Es que ayer con aviesa actitud, fue difundido un audio perteneciente a una llamada que Cejas le hiciera a su mujer, cuando tenía junto a él a Gastoncito, uno de los soldaditos de una banda narco de Yapeyú, que estaba hostigando a su hijo. La grabación intenta ser presentada por varios medios de comunicación como una "pista clave" en el esclarecimiento del fusilamiento del agente policial, al que el gobierno pretende cerrar como un "problema interpersonal".
"La grabación tiene varios meses, y es solo una de las tantos audios que ya entregue a la causa", explicó ayer a Radio Dos la mujer. "La verdad es que no quieren encontrar a los responsables" sostuvo la esposa del policía asesinado. "Cuando tocan a un policía sale toda la 'perrada' (a buscar a los asesinos), acá no quieren encontrar a los responsables", dijo Nancy.
En rigor la justicia ya tiene la grabación de ese llamado telefónico. El material intenta reforzar la idea de una disputa interpersonal como principal móvil del crimen y desestimar la hipótesis de las denuncias que el efectivo hacía sobre presuntos vínculos entre autoridades policiales y políticas con el narcotráfico.
A partir de esta grabación, que se difundió ayer en el programa Radiópolis (Radio 2), se habla de un hostigamiento mutuo de Cejas y su familia con dos jóvenes del barrio Yapeyú, Gastoncito y Nikito.
Nancy aseguró que tiene conocimiento de ese audio "desde hace meses" y apuntó que el joven que Cejas había reducido "es uno de los soldaditos de un narco de Santa Fe". Además, aceptó que sería uno de los buscados por la muerte del policía ultimado.