Cuatro jóvenes fueron imputados ayer por el delito de estafa, en una maniobra con criptomonedas, que involucró la suma de 2,6 millones de dólares. El juez Nicolás Foppiani hizo lugar al acuerdo presentado por el fiscal Mariano Ríos Artacho con los abogados defensores, y impuso la libertad con restricciones, fianzas mediante bienes, garantes personales y la prohibición de innovar de una dirección de la billetera digital Metamask que contiene 80 mil dólares. 

Manuel B., Gianluca P, Ramiro S. y Gianfranco S. fueron acusados de de haber cometido estafa mediante un juego en el que que había que invertir en su criptomoneda nativa y comprar sus NFTs -token no fungible- en forma de monstruos y gimnasios para aumentar el valor, en el programa Beasts Masters. Según la acusación, se apelaba al “factor nostálgico”, por las similitudes del juego con el conocido Pokemon, y a la posibilidad de obtener ganancias. Se estima que causaron un perjuicio económico que asciende a los 600 mil dólares.

La imputación expresa que desde el 7 de diciembre de 2021 hasta el 30 del mismo mes, desde un domicilio en la zona norte de Rosario, ingresaron a la billetera virtual de Beast Masters y quitaron todos los fondos del pool de liquidez, enviándose la totalidad del dinero recaudado en inversiones a sus billeteras virtuales; además de eliminar todo tipo de información sobre el juego.

De los datos aportados por Binance, que posee información de sus usuarios, surge que "en total retiraron un equivalente a 2,6 millones de dólares. En tanto, al hacerse pública la identidad de los acusados ofrecieron a devolver el dinero invertido. Así, a partir del 2 de enero de 2022 habrían devuelto parte de lo adquirido por la estafa, habrían puesto a disposición la devolución del dinero de los NFT. Sin embargo al retirar todos los fondos e información sobre el juego, generaron que el valor del token '$master' bajara a cero". La acusación indica que "dinero invertido nunca fue devuelto, y se estima en la suma de 600.000 dólares".

La maniobra usó como medio de atracción de inversiones el supuesto desarrollo de un juego de computadora. Crearon una página web -hoy fuera de servicio-, en la que pusieron imágenes de alta calidad del juego que decían desarrollar, con monstruos llamativos y diferentes explicaciones. Incluso generaron un banner para la preventa de las “bestias” que serían necesarios para jugar. Para entrenar y mejorar los personajes vendían NFT, activos digitales únicos encriptados. Se trata de un tipo especial de token criptográfico que representa algo único. Los tokens no fungibles no son intercambiables de forma idéntica. Esto los diferencia con las criptomonedas, pero en esencia, son dos versiones de una misma tecnología, según se indicó desde Fiscalía. 

El juego funcionaría con “gimnasios” NFT donde entrenarían a estos "monstruos". Los usuarios podrían comprar y vender sus “bestias”, y en el modo de juego que presentaban en la táctica, estas bestias podrían ser objeto de “mejoras” por los usuarios, sumando también valor económico. De esta manera, jugando, también generaban una inversión, podían comprar gimnasios donde meter estos personajes e ir evolucionándolos, para después venderla y obtener una ganancia. 

"Para conseguir estos personajes NFT, se requería una moneda especial. Los desarrolladores crearon una criptomoneda denominada “$master”, un cripto activo nativo de este mundo ficticio, basado en la cadena inteligente (“smart chain”) de la empresa Binance. Podía ser adquirido en el mismo juego o mediante “exchanges” autorizados (un “exchange” o intercambio cripto permite a los clientes cambiar criptomonedas entre sí o con otros activos como moneda fiduciaria)", se indicó. Además, la estrategia delictiva tenía dos elementos de atracción: la inversión en los NFT, y la compra del criptoactivo necesaria para adquirir los NFT.