Los cuatro detenidos (tres hombres y una mujer) e investigados por el ataque a balazos contra un cantobar de la zona noroeste de la ciudad en el que murieron un policía y un sobrino del dueño del local y otras tres personas resultaron heridas, enfrentarán hoy su audiencia imputativa. La pesquisa a esta a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo, de la Unidad de Homicidios Dolosos, quien dispuso la realización de la misma por la sustracción del arma del policía asesinado en el hecho mientras se investiga si participaron de la balacera fatal.

Los detenidos por el hecho que ocurrió el domingo a las 5.15 frente al cantobar ubicado en Juan B. Justo y Olmos fueron identificados como Brial Lionel M., Sebastián David H., Maximiliano Ezequiel A. y Marina Soledad F.

Los tres hombres y la mujer conocerán hoy las imputaciones que realizará el fiscal Ferlazzo por el hecho en el que murieron el suboficial de policía Ricardo Héctor Medini, de 40 años y que cumplía servicios de seguridad adicional en el lugar, y Sergio Adrián Jones, de 28 años y sobrino del dueño del lugar. En una primera instancia se supone que quedarán ligados al robo de la pistola oficial del agente asesinado mientras se avanza en la pesquisa de quiénes efectuaron los tiros mortales.

Hay que recordar además que en el mismo ataque resultaron heridos la policía jubilada Silvana Graciela C., de 52 años, quien también estaba como custodia del lugar; Federico Matías G., de 28 años, y José Martín U. de 58 años y propietario del negocio.

Las cuatros personas fueron detenidas en allanamientos realizados entre el domingo y el lunes en procura de recuperar el arma de Medini, que le fue robada a la víctima en medio del desbande que produjo entre los parroquianos del cantobar el feroz tiroteo.

Voceros del MPA señalaron que la pistola de Medini, una Bersa Thunder 9 milímetros oficial, fue hallada en la casa de la mujer apresada durante un procedimiento que llevó adelante personal de la Agencia de Control Policial (ACP) en Shweitzer al 8300. En el lugar también se incautó una pistola Taurus plateada calibre 9 milímetros; más de un centenar de dosis de marihuana y cocaína en dos trozos compactos; proyectiles calibre 9 milímetros y una balanza digital para pesar el estupefaciente que la mujer supuestamente comercializaba.

En tanto el domingo, en una finca de Tarragona al 1600 bis fueron apresados los otros tres implicados y se secuestraron cinco teléfonos celulares.

“La línea de investigación más concreta que explicaría la balacera tiene que ver con una disputa de territorio entre bandas delictivas”, dijeron fuentes del MPA que no quisieron dar a conocer si el propietario del local atacado había recibido amenazas previas.