A la preocupación angustiada que vecinos de Seguí al fondo expresaron a este diario en su edición dominical por el desarraigo inexorable que supone el ensanche del bulevar hasta avenida Grandoli, el Estado habló: martes 28 de febrero será el día en que arranque la licitación de viviendas a las que tendrán que mudarse en un par de años, y olvidarse de las que habitan ahora y desde hace otros muchos años más. Pero qué hay acerca de las particularidades de cada familia, emplazada a resignar sus piezas, sus patios, sus rondas de mates a la sombra con las que se acostumbraron a construir su felicidad, para conformarse en cambio con un departamento pagadero a 30 años, pero que no brindará esas comodidades.
Un grupo de vecinos, en nombre de las 65 familias censadas a relocalizar, acudió ayer al centro en busca de respuesta. No los atendieron.
El secretario de Hábitat, Urbanismo y Vivienda de Santa Fe, Amado Zorzon, cruzó la preocupación de la gente en cuanto a la incertidumbre de abandonar sus viviendas actuales a cambio de un alquiler temporario y la promesa de viviendas futuras en un sitio que ni siquiera hay vestigios de obra.
El funcionario aseguró a Rosario/12 que la construcción ya debería haber empezado, pero que se demoró porque la primera licitación fue anulada: las constructoras oferentes cotizaron por encima del presupuesto disponible por el Estado. El 28 de febrero será el segundo intento. Serán primero 230 viviendas en torre para los barrios Tablada (64 unidades), Plata (120) y Antártida Argentina (46).
"Son viviendas de 1, 2 y 3 dormitorios bajo el programa Casa Propia - Construir Futuro –explicó Zorzon– Nación pone el dinero y la Provincia llama a licitación, y una vez que se aprueba se adjudica la obra y comienza el proceso de recuperación de fondos para la provincia, en un fondo que permite seguir construyendo", indicó.
Cada departamento a construir en este plan será de unos 65 m2, y cotiza alrededor de 11,5 millones de pesos.
El tiempo de ejecución está previsto en 12 meses, y los adjudicatarios tienen plazo de hasta 30 años para pagar su nueva vivienda en cuotas. Entre los requisitos se incluye tener un ingreso base equivalente de 1 a 2 salarios mínimos vital y móvil.
En el caso de los vecinos de Tablada, la mayoría se gana la vida en la economía informal, en negro, sin ingresos regulares, ni recibos de sueldo o formalidades por el estilo.
Consultado Zorzón por la preocupación de los vecinos en no perder calidad de vida con la mudanza, habida cuenta de que cada familia deberá arreglarse en nomás de 65 m2, y seguramente en altura, el funcionario provincial se desentendió de eso: "Es una cuestión que le compete al municipio de Rosario", dijo en alusión al Servicio Público de la Vivienda. "Supongo que el SPV alguna alternativa va a buscar. Son las transformaciones que hay que hacer a partir del crecimiento de la ciudad, y a veces no hay forma de salvarlo", completó. Nada que a la gente le lleve tranquilidad.
Una fuente municipal prometió, en diálogo con este diario, que "cada situación individual será contemplada y conversada familia por familia". Y ponderó que "no habrá desarraigo porque las viviendas se construirán en el predio de al lado, frente a la Escuela N° 114". El lugar está ocupado hoy por las ruinas de lo que fue la fábrica de corcho Rallo SA.
Ayer temprano un grupo de vecinos de Tablada acudió al Palacio Municipal con una carta firmada por todas las familias intimadas. De allí un empleado los envió a presentar su queja a Santa Fe al 1100, sede de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Pero una vez allí, otro empleado los reenvió a Paraguay al 100, oficina del SPV. Al cabo de más de una hora de haberse anunciado y esperar en vano, volvieron al barrio sin que los atendieran.