¿Cómo serán los museos del futuro? ¿Qué escenarios deberán imaginar y a qué dilemas tendrán que enfrentarse? Para aproximarse a una idea de todo esto, el autor húngaro András Szántó entrevistó a 28 directores de museos de todo el mundo -de la argentina Victoria Noorthoorn al suizo Hans Ulrich Obrist y del brasileño Adriano Pedrosa a la italiana Cecilia Alemani-, quienes imaginan el porvenir de sus instituciones, un muestrario diverso y heterogéneo que va del High Line en Nueva York al Museo Moderno de Buenos Aires.

"Estamos ante el comienzo de una nueva era en los museos porque estamos en el comienzo de una nueva era en el mundo", es el mensaje central que se desprende del libro El futuro de los museos (Adriana Hidalgo Editora), en el que el autor afincado en Nueva York transcribe, a lo largo de 500 páginas, los 28 diálogos con figuras como Franklin Sirmans, director del Pérez Art Museum Miami (PAMM), Max Hollein, del Museo Metropolitano (Met) de Nueva York o Daniel Birnbaum, de Acute Art de Londres, una plataforma de herramientas virtuales para artistas.

La idea de Szántó -asesor de estrategias culturales para instituciones de todo el mundo- es dialogar con una nueva generación de líderes de museos que impulsan en direcciones desconocidas sus instituciones. "Juntos, son responsables de museos en 14 países de los seis continentes, y manejan presupuestos anuales que combinados dan 900 millones de dólares.

Sus colecciones reúnen siete millones de objetos y mientras que algunas instituciones tienen cientos de años (la Royal Academy of Arts), otras fueron fundadas hace menos de un lustro (M+ de Hong Kong)", tal como resume en el prólogo de la obra. Pero además, ¿cómo hace un museo con una colección de cinco siglos, como el MET, para hablar del presente? ¿Qué lugar ocupan en los museos las obras de realidad virtual o aumentada de Acute Art? ¿Por qué no tiene una colección propia Garage, el centro de arte contemporáneo más importante de Rusia? y ¿Qué pasa con el Museo de Arte de Tel Aviv en un lugar tan definido por la religión?

Así aparecen perspectivas novedosas o inéditas, como el caso del Toledo Museum of Art de Ohio, que ha consultado con la plataforma Netflix para aprender a afianzar la fidelidad de su público, la Fundación Zinsou de Benín (África) que invita cantantes famosos a que difundan con la música sus exposiciones o el MASP de San Pablo, que decidió modificar las categorías históricas del arte establecido.


"América Latina, África y Asia son las regiones donde se están escribiendo los próximos capítulos de la historia de los museos, que es donde han proliferado geográficamente en las últimas décadas. Está configurando formas ingeniosas de dar apoyo a las prácticas culturales locales, sumar nuevos públicos y desacoplarse de las narrativas occidentales. En resumen, son estos museos los que están impulsando una innovación", dice en una entrevista con Télam, el autor, quien fuera el curador de los debates que tuvieron lugar en Buenos Aires en 2018 como parte del programa Art Basel Cities.

-¿Cómo fue la elección de los directores entrevistados?

-Primero, quería una gama de voces verdaderamente global; incluso hoy en día, es raro ver un grupo de personas globalmente inclusivo en un solo lugar, sin embargo, la globalización del museo de arte es uno de los hechos más importantes sobre los museos en las últimas décadas. En segundo lugar, es posible que haya notado que la mitad de los interlocutores eran mujeres. Eso no refleja la proporción real de mujeres en puestos de liderazgo, pero apunta hacia el futuro.

-¿Qué caracteriza a esta nueva generación de líderes de museos?

-Ven el museo trabajando al servicio de la sociedad y de las diversas comunidades que lo rodean. Estos directores están trabajando para que el museo sea más accesible, igualitario, amable, inclusivo. No están tan interesados en hablar solo para una audiencia estrecha, exclusiva o especializada.

-Decís en el libro que "es el comienzo de una nueva era en los museos, porque es el comienzo de una nueva era en el mundo". ¿Es posible resumir los principales rasgos o características que tendrán los museos del futuro?

-La pandemia marcó un nuevo comienzo. Aprendimos a vivir con un museo que involucró a la gente a través de medios digitales. Y también aprendimos el valor del museo como lugar, como un nexo importante para la comunidad. Los ajustes de cuentas sobre la justicia social que acompañaron a la pandemia catalizaron cambios particularmente importantes en los museos. Me di cuenta de que los museos excluyen a demasiados y que, nos guste o no, como instituciones estaban entrelazados con dolorosos legados de exclusión y colonialismo. Una vez que estas realizaciones fueron absorbidas profundamente, las implicaciones fueron profundas. Tuvieron un impacto en todo, desde las políticas de contratación hasta la estrategia de colección, los tipos de exposiciones y programas que organizaban los museos y la forma en que se comunicaban con su público. Muchos elementos individuales de estos cambios ya estaban ocurriendo antes. Pero los últimos años han acelerado los cambios y los han hecho más intencionales.

-¿Crees que el tipo de resurrección que han vivido los museos en los últimos tiempos tiene que ver con la pandemia, que los arrastró al mundo virtual y les devolvió visibilidad y público?

-Estás haciendo una gran suposición al decir "resurrección". La mayoría de los museos aún reciben solo entre el 60 y el 70 por ciento de los visitantes anteriores a la pandemia, aunque las cifras varían. Con la recuperación del turismo esos números cambiarán. Pero apenas hemos vuelto a la normalidad. Dentro de los museos las tensiones están siempre presentes. Al mismo tiempo, es cierto que la pandemia tuvo un efecto catalizador positivo en las actividades digitales de los museos. Merecen un gran crédito por cambiar tan rápido a las operaciones digitales. No obstante, para la mayoría de los museos, es todavía más un momento de "resurgimiento" que de resurrección.

-El brasileño Adriano Pedrosa, director artístico del Museo de Arte de Sao Paulo (y curador electo de la próxima Bienal de Venecia) dice: "No creo que alguna vez descolonicemos o desoccidentalicemos el museo, porque el museo en sí mismo es una construcción europea. ¿Cómo entendes esto?

-Parafraseando otra frase de otro contexto, puedes sacar el museo de Europa, pero no puedes sacar a Europa del museo. Tenemos que reconocer que estas instituciones estaban profundamente entrelazadas con las historias, mentalidades y modos de pensamiento europeos, incluyendo todo tipo de clasificaciones y jerarquías que reforzaron las narrativas colonialistas. Es difícil deshacer eso. Pero los museos están trabajando en ello. Y es precisamente el papel de las instituciones del Sur Global proponer nuevos puntos de vista y alternativas a esos legados. Esta desoccidentalización es una tarea importante de una generación actual de curadores en América Latina, y Adriano está claramente al frente de eso. Todos estamos tremendamente emocionados de ver lo que hará como el primer curador del hemisferio sur en ser invitado a organizar la exposición principal de la Bienal de Venecia.

-¿Qué nos puede contar sobre su nuevo libro, "Imaginando el futuro de los museos", que aún no ha sido publicado en Argentina, y que reúne conversaciones con arquitectos?

-Así como este primer libro demostró que una nueva generación de líderes está pensando de formas nuevas y poco ortodoxas sobre las funciones y potencialidades de los museos, era natural preguntarse en qué tipo de edificio debería operar el futuro museo. Así que esta vez estuve hablando con arquitectos. Y la mayoría de ellos interactúan con muchas otras disciplinas. Ven dentro de otras industrias e instituciones. Por lo tanto, no solo pueden ayudar a realizar las nuevas ambiciones del museo, sino también señalar el camino hacia nuevas soluciones. Hay algunos arquitectos importantes de América Latina una vez más y de todo el mundo.