Tras años de búsqueda, la legisladora porteña del Frente de Todos Victoria Montenegro finalmente localizó la vivienda de donde fue secuestrada, junto a sus padres, durante un operativo conjunto del Ejército y la Policía bonaerense realizado el 13 de febrero de 1976. La casa está ubicada a siete cuadras de la estación William Morris del ferrocarril San Martín y al día de hoy permanece en pie y habitada.
"Hoy se cumplen 47 años de ese operativo y tengo la alegría de haber podido encontrar nuestra casa en William Morris, la que en breve será señalizada y cada persona que pase, sabrá que ahí vivieron militantes del ERP que lo dejaron todo por una patria justa, libre y soberana", expresó Montenegro en redes sociales.
El hallazgo fue posible gracias a la ayuda de los abogados Aníbal Hnatiuk y Pablo Llonto, quienes se propusieron buscar los datos de los operativos que hubo en 1976, además de examinar el Registro de la Propiedad de la provincia de Buenos Aires, según afirmó la legisladora. De este cotejo surgió que su padre había comprado la casa en 1975 y que "había hecho un boleto de compra-venta, aunque la casa no estaba escriturada, porque nunca terminó de hacer el trámite".
Al año siguiente, un grupo de tareas comandado por el coronel Herman Tetzlaff asaltó el hogar ubicado en la calle General Conrado Villegas al 2500 y secuestró a Victoria junto con sus padres, Roque Orlando Montenegro e Hilda Ramona Torres, ambos militantes del PRT-ERP. Tras torturar y asesinar a sus padres, Tetzlaff se apropió de la bebé, la inscribió con el nombre de María Sol con un certificado falso y la crió como hija propia en el barrio porteño de Lugano. Victoria conoció su verdadera identidad en julio de 2000 y se convirtió en la nieta recuperada número 95.
La legisladora se acercó a la casa y conversó con el residente actual y los vecinos del barrio. En marzo, el colectivo Barrios por la Memoria colocará una baldosa conmemorativa en el lugar.
Una foto familiar
Montenegro se refirió por AM750 al hallazgo y señaló: “Encontrar mi casa es muy reparador. Ojalá quienes no se animan, porque es muy difícil, se animen. Tener la posibilidad de seguir construyendo y reparando la historia. Obviamente, hay un momento también de dolor. Es el lugar físico donde sucedió el operativo y empezó la tragedia. Pero también es donde fuimos familia. La mayoría de nosotros no tenemos fotos con nuestros padres. La casa viene a ser eso”.