A poco más de siete meses de su abrupta desvinculación como entrenador de Boca, Sebastián Battaglia se refirió a esa incómoda situación y aseguró que “en el momento que mejor estábamos, me echaron”, al tiempo que reconoció que “hablaba poco” con el vicepresidente Juan Román Riquelme y recordó el duro conflicto que tuvo con Agustín Almendra que lo obligó a separarlo del plantel.

No sé si mi salida de Boca fue por algo deportivo o extrafutbolístico, nunca quedó claro. Me fui conforme y la declaración no fue para herir a los jugadores ni mucho menos”, confesó el antecesor de Hugo Ibarra, durante una extensa entrevista brindada al canal TyC Sports, al rememorar sus palabras en conferencia de prensa tras la eliminación con Corinthians de la semifinal de la Copa Libertadores.

Su drástica salida

"Nosotros habíamos encontrado una manera y la forma de tener un funcionamiento, que nos llevó un cierto tiempo. Lamentablemente la Copa Libertadores fue lo que terminó con este ciclo”, analizó Battaglia.

En ese sentido, el jugador que más títulos ganó con la camiseta xeneize expresó que “a mí me hubiese gustado terminar mi contrato y seguir con el trabajo, que a mi manera de ver era de manera correcta, pero se pensó que no era así y se eligió el cambio. En el momento que mejor estábamos, me echaron".

Battaglia fue tajante al recordar sus declaraciones después de la eliminación con Corinthians, que había dicho que deberían haber sido más "agresivos" en la búsqueda de refuerzos: "No me arrepiento de lo que dije en la conferencia de prensa".

"Vino una pregunta y yo respondí, solamente eso. Si herí a alguien o no, nunca me lo vinieron a decir. No sé si me fui por eso. No sé si mi salida de Boca fue por algo deportivo o extrafutbolístico, nunca quedó claro", agregó.

El vínculo con Juan Román Riquelme

Las declaraciones posteriores al partido en las que Battaglia se quejó por la falta de agresividad del Consejo de Fútbol en el mercado de pases y la salida de Eduardo Salvio empeoraron el clima. Ante esas palabras que no tuvieron eco favorable en el Consejo que lidera Juan Román Riquelme, Battaglia destacó que “con el Consejo teníamos diferentes pensamientos y charlas de fútbol en donde uno piensa una cosa y otro, otra. Es con lo que hay que convivir. Con Román hablaba poco”.

“Yo no soy ningún desagradecido ni mucho menos, sé que tuve la posibilidad de dirigir y pienso que podría haber sido de otra manera mi paso, no tan tormentoso, pero es lo que tocó, es un aprendizaje”, resaltó el León.

Me hubiese gustado hablar más con él. Se dio de esa manera y hablaba más con la gente del Consejo. Cada uno tiene su pensamiento, pero lo importante es confiar en el que está al frente del equipo”, sentenció.

Por último, recordó la forma en la cual le manifestaron la decisión de no continuar en el cargo. “Los muchachos del Consejo fueron los que me comunicaron que no iba a seguir siendo el técnico de Boca, no Román”, expresó.

El conflicto con Agustín Almendra

“Lo que se vivió ese día no lo viví nunca ni como jugador ni como entrenador”, aseveró Battaglia sobre el episodio ocurrido con el juvenil Almendra, quien tuvo una fuerte discusión con el DT durante un entrenamiento, y por la cual lo apartó del plantel profesional.

“Lo de Agustín fue una situación que, como cabeza de grupo, tenía que tomar una decisión porque es el rol que me correspondía en ese momento. No fue nada feliz lo que se vivió. Intentaron convencerme de cambiar mi postura”, explicó el exentrenador.

Asimismo, agregó que “nunca me pidió disculpas, no volví a hablar con él para nada. Me dio tristeza porque es un gran jugador, tiene un gran futuro. Ojalá estas cosas le sirvan para aprender y para su carrera, que hoy está medio indecisa”.

La polémica con el micro

Luego de una pobre actuación y dura derrota que sufrió Boca frente a Gimnasia en la Bombonera, Riquelme obligó al plantel a bajar del micro para tener una reunión en el vestuario. Al respecto, Battaglia recordó que “cuando se dio lo del micro, yo estaba en la conferencia de prensa. Si yo hubiera estado arriba, no bajábamos”.

El exmediocampista admitió que “el mensaje de Román en el vestuario no fue malo, yo estuve presente”. “No fue la mejor manera de actuar, pero el mensaje de Román fue muy bueno. Quizás el momento no era el indicado”, concluyó.

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