“Antes de empezar a contarte, tenés que saber lo que son los días, los meses y los años porque, si no, no vas a entender nada. Un año es lo mismo que 12 meses y en un mes caben 30 días (a veces, 31) y un día dura muchas horas, porque tenés mañana, tarde y noche, y después de dormir recién ahí empieza otro día. Bueno. Ahora mamá tiene un bebé en la panza que va a tardar nueve meses en nacer. Creo que sos vos”, así empieza Todo lo que pasó antes de que llegaras, de la escritora y dibujanta Yael Frankel, editado por Limonero.

Este año, Frankel ganó el premio al Mejor libro de ficción de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bologna 2023, el certamen más importante del mundo dedicado a los libros infantiles. El narrador de Todo lo que pasó... es un niño que le cuenta a su hermano que está en la panza de su mamá, cómo es el mundo y con qué se va a encontrar cuando nazca. “Mamá me dijo que hoy cumpliste 3 meses, pero como estás adentro de la panza no hicimos una fiesta ni te dimos regalos ni nada. Papá dijo que eras más o menos grande como una mandarina. Después de cenar, cuando trajo mandarinas y bananas a la mesa, yo por las dudas elegí banana”, se lee en una de las páginas, acompañada por un dibujo que simula estar hecho por el narrador.

“Este libro empezó muy concretamente con un personaje, a veces me pasa eso, estar dibujando porque sí y descubrir a un personaje que me gusta mucho, entonces como que le quiero sacar el jugo y digo, bueno, ¿qué puede estar haciendo?, ¿qué le puede picar a este personaje? Era el protagonista, que es un nene que tiene un montón de pelo. No quería meterme por lo obvio: si tiene mucho pelo, entonces va a ir a la peluquería o como tiene mucho pelo, se lo van a querer cortar. Empecé a pensar alguna historia. Lo primero que dibujé lo hice con papel carbónico. Para probar a ver qué salía, porque me fascina probar cosas nuevas y ver qué pasa. Tengo la rara ocurrencia de que si voy a usar marcadores nuevos seguro va a salir más lindo lo que haga”, dijo Frankel en diálogo con Las12.

Al contrario de lo que suele pasar, este libro nació de los dibujos: “Salió este personajito, empecé a dibujar y de pronto estaba rodeado de peces. Con una pecera que se había roto. Entonces, cuando rompí la pecera, y vi que se le habían ido los peces al carajo, dije: tal vez éste sea como un hermano mayor que le hable a su hermanito menor. Fueron dos o tres ilustraciones pensando en una línea de tiempo”, dijo Yael.

Según nos contó la escritora y dibujanta, “necesitaba imitar el trazo de un nene, lo que es dificilísimo, porque el libro es una especie de diario ilustrado, escrito por este nene protagonista. Él lo está ilustrando y lo está escribiendo para su hermanito, entonces yo tenía que imitar no solamente la voz narrativa de un nene chiquito, sino también el trazo. Y el papel carbónico me vino espectacular porque cuando dibujás sobre carbónico no ves nada de lo que está quedando debajo. Así que cuando levantaba el carbónico para ver, salía muy desprolijo. A mí me encanta esa línea desprolija. Por eso el papel carbónico me vino de lujo para que la línea no sea perfecta. Dibujé sobre papel negro con birome negra, sin tener la menor idea de cómo quedaría el dibujo final”. La sorpresa de lo que iba quedando fue comparable a la que experimentó cuando le dijeron que había ganado el premio de Bologna. “Me enteré por la mañana, cuando iba caminando hacia mi estudio y me llamó el editor (Rud). Me reí y lloré ahí en la calle, en partes iguales. Estoy feliz, emocionada, sorprendida, todo junto y mucho. Estoy muy agradecida a los editores de Limonero (Luciana Kirschenbaum y Manuel Rud), que apuestan por mí y trabajan conmigo en cada libro. Es un placer enorme formar parte de su catálogo”, compartió Frankel.

Todo lo que pasó antes de que llegaras

Yael Frankel

Editorial Limonero