Un día como hoy, pero de 1959, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, Fidel Castro, tomaba posesión de su cargo como primer ministro del país en el palacio presidencial de La Habana, consolidando de esta manera la primera revolución socialista en América.
“Si desde aquí la puedo servir, lo que me interesa es hacer la Revolución, lo que me interesa es que la Revolución vaya adelante, lo que me interesa es que el pueblo no resulte defraudado y reciba de nosotros todo lo que espera de nosotros”, aseguraba Castro ese 16 de febrero durante su extenso discurso, sucediendo en el cargo a José Miró Cardona, hasta ese momento primer ministro de Cuba.
Un mes y medio antes de esa jornada, el 1 de enero de ese mismo año, había triunfado la revolución que Fidel mismo había liderado al dimitir el dictador Fulgencio Batista y salir hacia el exilio.
Desde la firma de la Ley de Reforma Agraria por la que los terratenientes perdieron sus latifundios, dictaminada meses después de su asunción, le siguieron el comienzo del programa de nacionalización de empresas extranjeras y la campaña de alfabetización como algunas de las primeras decisiones más importantes que marcarían el rumbo del gobierno.
17 años después de haber asumido como primer ministro, Fidel Castro fue nombrado el 3 de diciembre de 1976 presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba. A mediados de 2006, por motivos de salud le delegó la presidencia del gobierno a su hermano Raúl Castro, quien fue elegido dos años más tarde como presidente del Consejo de Estado.
Fidel Castro murió el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años, en su residencia en La Habana, destacándose como el líder revolucionario más influyente de Latinoamérica en el siglo pasado.