El rápido retroceso del colosal glaciar Thwaites, en la Antártida Occidental, parece estar impulsado por procesos diferentes a los que los investigadores creían bajo su plataforma de hielo flotante. Así parece mostrarlo la evidencia recogica por un robot submarino.

Britney Schmidt, de la Universidad de Cornell (Estadds Unidos), y un equipo de científicos e ingenieros desplegaron un robot llamado Icefin por la perforación de 600 m de profundidad. El vehículo está diseñado para acceder a zonas de encallamiento que antes eran casi imposibles de explorar.

Las observaciones que Icefin hizo del fondo marino y del hielo alrededor de la zona de encalladura proporcionan más detalles sobre el panorama de cómo varía el deshielo bajo la plataforma de hielo. Descubrieron que las escaleras, llamadas terrazas, así como las grietas en la base de hielo se están derritiendo rápidamente. La fusión es especialmente importante en las grietas, ya que el agua se canaliza a través de ellas y el calor y la sal pueden transferirse al hielo, ensanchando las grietas y fisuras.

Las nuevas observaciones realizadas desde el punto en que el hielo se adentra en el océano muestran que, si bien la fusión bajo la mayor parte de la plataforma de hielo es más débil de lo esperado, la fusión en grietas y hendiduras es mucho más rápida. A pesar de la supresión del deshielo, el glaciar sigue retrocediendo, y estos hallazgos suponen un importante paso adelante en la comprensión de la contribución del glaciar a la futura subida del nivel del mar.

El glaciar Thwaites es uno de los glaciares de la Antártida que más rápido está cambiando: la zona de apoyo -el punto donde se une con el fondo marino- ha retrocedido 14 kilómetros desde finales de la década del 90. Gran parte de la capa de hielo está por debajo del nivel del mar y es susceptible de sufrir una pérdida de hielo rápida e irreversible que podría elevar el nivel global del mar en más de medio metro en cuestión de siglos.