Desde Santa Fe
El flamante jefe de Gabinete Agustín Rossi llamó ayer por teléfono al gobernador Omar Perotti y le ratificó que el gobierno nacional pondrá en Santa Fe “todos los recursos a su alcance” y hará “todos los esfuerzos que sean necesarios para ayudar a combatir los problemas de inseguridad en Rosario y en la provincia”, que él conoce muy bien. Tanto, que antes del diálogo entre ambos –que se concretó a la mañana- Rossi definió la escalada de violencia sin eufemismos. “La situación de Rosario es de gravedad, póngale el grado que quiera y se va a quedar corto”, dijo en una de sus primeras entrevistas tras asumir el cargo, en un acto que ofreció otro hecho político: la participación en primera línea de la vicegobernadora Alejandra Rodenas y la ministra de Gobierno, Celia Arena, entre otras. “Primero está Santa Fe”, afirmó Rossi cuando anunció que se comunicaría con Perotti –como ocurrió- para “diagramar las acciones que tenemos por delante para llevar tranquilidad a los rosarinos y santafesinos”.
Perotti confirmó la comunicación con el jefe de Gabinete, antes de compartir otro acto con el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, con quien firmó tres convenios para dotar a la provincia de equipos robustos para el combate de incendios forestales. Incluso, ese encuentro se demoró un poco porque el gobernador “estaba en conversación” con Rossi, a quien consideró un “interlocutor” en la relación de Santa Fe con la Nación. “El jefe de gabinete es un conocedor de la provincia y de la realidad rosarina en particular”, su rol será clave para que el “presidente Alberto Fernández tenga información de primera mano”, enfatizó el gobernador.
El miércoles a la noche, en una de sus primeras entrevistas como jefe de Gabinete, Rossi dijo que conoce muy bien la realidad de Rosario porque vive en la ciudad con su familia. “La situación de Rosario es de gravedad, póngale el grado que quiera y se va a quedar corto”, sorprendió. “Es una situación de gravedad que no permite a la dirigencia política (utilizarla) para la disputa política”. Y recordó que hace más de diez años, en 2012, cuando en Santa Fe gobernaba el Frente Progresista y el ex gobernador era Antonio Bonfatti planteó que era necesario “un gran acuerdo político entre todos los partidos democráticos para trazar una estrategia para combatir el fenómeno de la inseguridad en la provincia y en la ciudad de Rosario. Y ese acuerdo político, debía contar con una fuerte articulación con la Nación”.
Rossi dijo que ya habló con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández. “Nosotros vamos a poner todos los recursos que estén a nuestro alcance y vamos hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para ayudar a combatir los problemas de inseguridad que tiene la ciudad de Rosario, en particular y la provincia de Santa Fe, en general”, afirmó por C5N.
“Primero está Santa Fe, los santafesinos y los rosarinos”. Y anunció lo que sucedió ayer, que se comunicó con el gobernador Perotti para “diagramar las acciones que tenemos por delante para llevarle tranquilidad a los rosarinos y santafesinos”, agregó.
El gobernador ponderó el diálogo con Rossi, que priorizó la situación de Rosario y la “necesidad de que la Nación se involucre en el día a día”. El presidente Alberto Fernández ya anunció su decisión de habilitar en las sesiones extraordinarias del Congreso el proyecto de ley de la nueva estructura de la justicia federal en Santa Fe, que firmaron los legisladores santafesinos de todos los partidos en mayo, hace nueve meses, pero que aún no se trató en las Cámaras. “Quedan pocos días de febrero, pero si hay una sesión extraordinaria y en esa sesión se aprueba la nueva estructura de la justicia federal en Santa Fe –que incluye el sistema acusatorio-, bienvenido sea”, se ilusionó Perotti. Alberto adelantó también que Rosario tendrá delegación de la Unidad de Información Financiera (UIF) para combatir el lavado de activos. “Solo faltan detalles”, informó el gobernador.
-Después de su diálogo con Rossi, ¿hay predisposición de ambos de dejar atrás diferencias internas de otros tiempos? –le preguntaron a Perotti.
-Voy a ser muy claro. Soy gobernador de la provincia de Santa Fe y Agustín Rossi es jefe de gabinete de la Nación. Hay una responsabilidad institucional, más allá de alguna cuestión de apreciación puntual, partidaria o de alguna interna vieja y pasada. La responsabilidad exige estar a la altura de las exigencias de la gente. Y ojalá tengamos allí un interlocutor, conocedor de la provincia, conocedor de la realidad rosarina en particular, para que el Presidente tenga información de primera mano –respondió el gobernador.
“Lo que queremos” -planteó Perotti- es que en la Casa Rosada haya un “ajuste de las vivencias, de lo que vive un rosarino o una rosarina todos los días y no de lo que se ve desde 500 kilómetros” de distancia. “Entonces, hacer ese ajuste seguramente va a acercar a muchas más soluciones. Argentina no puede permitir que estas cosas pasen en su territorio, y eso debe tener una expresión clara y contundente. El Presidente ha dicho que va a hacer los mayores esfuerzos que estén a su alcance para mejorar la presencia (de las fuerzas federales) en Rosario y eso deseamos”, cerró el mandatario.