La celebración de los cuarenta años de democracia habilitó una serie especial dentro de las esculturas iluminadas con las que el artista plástico Alejandro Marmo da forma y luz a los rostros de figuras centrales de la política, la cultura y el deporte argentinos. Se trata de Alfonsín iluminado, cuya tercera obra de la serie acaba de ser inaugurada en la sede del Colegio Mayor Argentino “Nuestra Señora de Luján”, de Madrid. Completa un recorrido que comenzó en Chascomús, la ciudad natal del presidente del regreso de la democracia, cuya Costanera ya luce un Alfonsín iluminado. Siguió en Lalín, Galicia, un pueblo que está hermando con Chascomús por una razón de peso histórico: en el Centro Gallego de Lalín, en Buenos Aires, es donde Alfonsín se reunía, todavía en dictadura, para el armado de campaña. El cuarto lugar en el que ahora se espera poder emplazar otro Alfonsín iluminado es la Escuela N° 38 "Raúl Alfonsín", ubicada en la Base Esperanza de la Antártida.
El miércoles, en la inauguración de la obra de Marmo en Madrid, el embajador en España, Ricardo Alfonsín, recordó a su padre y agradeció el profundo significado democrático del acto y de la escultura, que se incorpora al acervo del Colegio Argentino. También estuvieron presentes el director general de Página/12, Hugo Soriani, en representación del Grupo Octubre, que impulsa el emplazamiento de estas obras; el intendente de Chascomús, Javier Gastón; el director del Colegio Mayor Argentino, Rodolfo Barrese. Junto a ellos el cónsul argentino en Madrid, Daniel Plaza; el secretario de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y exministro de Educación, Andrés Delich; el vicepresidente del Centro Gallego de Lalín en Buenos Aires, José González; el exembajador en Madrid, Carlos Bettini; el exdirector de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza; el exintendente de Chascomús, Juan Carlos Gastón.
El Colegio Mayor --al igual que la Casa Argentina en la Ciudad Internacional Universitaria de París, que organizará otros homenajes a lo largo del año-- forma parte de la Dirección Nacional de Cooperación Internacional, del Ministerio de Educación. El acto tuvo lugar en el marco de las acciones organizadas por el ministerio de Educación por el aniversario de la recuperación democrática, en esta ocasión junto a las iniciativas que impulsa el Grupo Octubre.
"Todo se construye desde la fuerza del arte. Colaboran muchos engranajes, y es autogestión pura", destaca Marmo en diálogo con Página/12. "Todos somos uno para contar la Argentina iluminada. Sobra oscuridad en esta época y la rebeldía es construir estéticas de esperanza", define el sentido de su obra el responsable de tantos rostros iluminados: los de Eva Perón en el edificio de Desarrollo Social, los de Diego Maradona, del Padre Mujica en el Barrio 31 de Retiro, Arturo Jauretche en la 9 de Julio, Rodolfo Walsh, María Elena Walsh, entre tantos.
"Tal vez la simbología de la democracia es mucho más amplia, pero en este caso Alfonsín resume la dialéctica para abrir un debate que nos debemos los argentinos, entre la valoración de vivir en democracia y la impotencia que genera el tener tantos temas pendientes. Por eso esta serie habla de la posibilidad de resurrección de una democracia joven y moderna, y el mensaje es humano, en don Raúl", agrega Marmo.
"Para el Grupo Octubre es una alegría y un honor poder acompañar al artista Alejandro Marmo en estas esculturas que son un recorrido por muchos rostros centrales de la historia, la política y la cultura argentinas", marca Soriani.
"Hoy inauguramos esta obra dentro de una serie que destaca la figura del primer presidente democrático luego de la negra noche de la dictadura, cuando Argentina terminó un periodo de horror y comenzó un nuevo camino en democracia. Siempre, y hoy más que nunca, es necesario resaltar la profunda importancia de ese momento histórico, y toda la lucha que nos dimos como pueblo para lograrlo".
En la inauguración Barrese destacó los valores democráticos de Alfonsín y de quienes, a lo largo de la historia argentina, lucharon por la democracia y la justicia social. También Gastón, que recordó el respeto de siempre del pueblo de Chascomús hacia quien fuera su vecino más célebre: "Raúl fue un político de raza que sabía de política macro, y al mismo tiempo recordaba cada nombre y cada historia particular. Hizo política desde la década del 50, cuando arrancó como concejal de Chascomús, pero nunca dejó de ser el vecino de a pie", destacó.
Y evocó una conferencia que el expresidente dio allí en Madrid, en 1990, en la que hacía referencia a la necesidad de avanzar con la justicia social, "precisamente para hacerle frente a las corporaciones económicas y mediáticas, y evitar que la democracia sea condicionada, como está pasando hoy. Este homenaje también ratifica esa necesidad de avanzar en la democracia como estilo de vida y como forma de gobierno".