Una encuesta difundida ayer vino a explicar la urgencia que de repente invadió al comité de campaña de Cambiemos que hizo desembarcar a la gobernadora María Eugenia Vidal y a la diputada Elisa Carrió esta semana en Mar del Plata. En la ciudad balnearia que maneja el controvertido intendente Carlos Arroyo y en la que el macrismo se impuso con cierta holgura en 2015, Cristina Kirchner le saca más de 13 puntos de ventaja a Esteban Bullrich. Por otro lado, los sellos Cambiemos y Unidad Ciudadana figuran a sólo un punto de distancia. 

El trabajo de la consultora Analogías le adjudica a la ex presidenta y candidata a senadora de Unidad Ciudadana un 33,7 por ciento en intención de voto en Mar del Plata contra el 20 por ciento del ex ministro de Educación de Mauricio Macri. Sergio Massa, en tanto, consigue un 18,1 por ciento, Florencio Randazzo un 4 por ciento, Néstor Pitrola un 2,1 por ciento y Pino Solanas un 1,6 por ciento. 

Como sucede en otros puntos de la Provincia, más parejo que la pelea entre los candidatos resulta la pulseada entre los sellos partidarios. En este caso, Cambiemos queda en primer lugar con el 33,8 por ciento y Unidad Ciudadana en el segundo con el 32,8 por ciento. El massista 1País alcanza el 15,5 por ciento mientras que el FIT con el 3,5 por ciento supera al randazzista Cumplir con el 3,1 por ciento. 

Un indicio de lo que sucede en Mar del Plata puede verse en la evaluación de las gestiones. El intendente Arroyo ganó por más de diez puntos la municipalidad hace menos de dos años. Hoy, según la encuesta de Analogías, registra ya un 65,9 por ciento de imagen negativa contra un 32,2 por ciento de respuestas positivas. También el presidente Mauricio Macri cosecha más evaluaciones negativas –50 por ciento– que positivas –48,2 por ciento–. Aquí también quien resulta mejor valorada es la gobernadora Vidal –60,9 por ciento de imagen positiva–, de ahí que haya encabezado la recorrida por la Feliz junto a Carrió, en el afán de que no se evaporen los votos que consiguieron hace tan poco.