Con la suerte echada, el presidente Mauricio Macri salió a meter presión para expulsar al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido del Congreso. Si bien ya admitieron que no cuentan con los votos, los macristas parecen sentirse más cómodos en un clima de campaña que se centre en discutir al ex funcionario y no en uno que se detenga en cuestiones como la suba del dólar o la inflación. La estrategia es llevar la discusión al recinto, aunque sea para escenificar una derrota en la que los opositores puedan ser acusados de encubridores. Tras una reunión con su gabinete, Macri dijo que allí “se conocerá si somos mayoría lo que estamos en contra de la impunidad”.
No obstante, no todo es lo que parece: detrás de bambalinas algunos macristas admiten que hay más puesta en escena que otra cosa y que nunca tuvieron el número de votos para expulsar al ex funcionario. Un dirigente PRO con años de millaje incluso llegó a plantearle a este diario que nunca fue la intención del Gobierno meterse en esta discusión. “La generó Sergio Massa con lo del show de los fueros. Después le subió la apuesta Lilita. Esto lo crearon los candidatos, no el Gobierno. Es todo campaña”, indicaba. En las tiendas del PRO insisten en que no hubo una táctica centralizada desde la Casa Rosada para promover este desenlace: más bien fue el producto de un ida y vuelta de fintas mediáticas con Massa, donde cada parte intentó dejar a la otra pegada al kirchnerismo.
Sea como fuera, el oficialismo llegó a un escenario de derrota parlamentaria que se presentará hoy y que intentará capitalizar echándole la culpa a los que se negaron a plegarse a su dictamen. Tras días de que los distintos voceros estuvieran a cargo de devolver los ataques del massismo, el presidente en persona tomó la iniciativa para presentar la votación de hoy como un parteaguas entre los republicanos y los corruptos.
En su recorrida por Jujuy, el mandatario se sumó con entusiasmo a la discusión y la vinculó con la reforma laboral que planea: “Estamos muy preparados y estamos convencidos que será muy útil para la Argentina ver si somos una mayoría los que estamos en contra de la impunidad y que queremos un cambio en serio o si todavía hay gente que va a intentar seguir generando impunidad para que las mafias sigan siendo parte de nuestras vidas como es el caso del narcotráfico o la industria de los juicios laborales o la mafia que encontramos en los puertos”. La última alusión apuntó al trabajo como interventora del sindicato portuario de Gladys González, una de sus candidatas a senadora.
“Tenemos que trabajar en serio para que este cambio, que hemos decidido, se consolide. Es un cambio que nos vincula con la verdad, con la transparencia y poner al Estado a servicio de la gente y no de la política. Justamente, Julio de Vido fue el sinónimo de lo contrario”, disparó Macri. “De haber puesto el Estado al servicio de la política y de unos pocos. Eso queremos que quede claro mañana”, destacó el presidente, quien evitó aclarar si coincide con el anuncio del diputado macrista Eduardo Amadeo de que intentarán impedirle a Cristina Fernández de Kirchner que asuman en el senado (ver recuadro). “Nos debemos concentrar en De Vido –eludió Macri– y la gente merece saber quiénes votan a favor de la expulsión, o sea que están comprometidos con el fin de la impunidad, y quiénes votan a favor de la continuidad de De Vido favoreciendo que continúen este tipo de prácticas en la Argentina. La idea es que las cosas queden bien claras en la Argentina”, indicó.
Otros dirigentes macristas continuaron apuntalando la discusión de hoy en torno a De Vido, al tiempo que minimizaban la suba del dólar y otros problemas económicos. El titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, afirmó que “el Parlamento no puede transformarse en un aguantadero”. Sobre el hecho de que todavía no existe una condena firme para De Vido, Lombardi consideró que “es tanta la evidencia en su contra, que el Gobierno intenta que los legisladores de otros bloques acompañen, inclusive del Frente para la Victoria, que no quieren ser cómplices de lo que a todas luces es bochornoso”. El funcionario sostuvo que se debe efectuar la expulsión para que “permita que la Justicia llegue y dilucide sobre sus responsabilidades”. No explicó como su continuidad en la banca podría impedir que avancen las causas judiciales.
Por su parte, Amadeo afirmó que De Vido fue “el capitán de un barco lleno de piratas”. “Es el funcionario más corrupto de la historia argentina, no hay un ministro o funcionario que haya acumulado 126 causas de corrupción”, sostuvo Amadeo, en el preludio de una sesión que promete ser picante.