Colombia y Ecuador intensificaron la vigilancia en la frontera en común que comparten para frenar el avance del crimen organizado, especialmente el narcotráfico. El despliegue fue acordado por los presidentes de Colombia, Gustavo Petro y su homólogo ecuatoriano Guillermo Lasso.
"Es una operación masificada en toda la frontera, en coordinación con todas las instituciones del Estado, para neutralizar principalmente el narcotráfico y sus delitos conexos como el tráfico de armas, municiones, explosivos y precursores químicos que se utiliza para el procesamiento de la droga", explicó Franklin Pico, general del Ejército ecuatoriano.
"En toda la frontera existen muchos delitos, entre ellos el narcotráfico por la cantidad de plantaciones que existen, en especial en el lado colombiano", precisó en referencia a los cultivos ilícitos de hoja de coca, utilizada para la elaboración de la cocaína.
La frontera entre Colombia y Ecuador es “porosa y permeable” admitió Pico. Los objetivos del lado ecuatoriano incluyen la búsqueda de laboratorios clandestinos dedicados a la producción de cocaína. Recientemente las fuerzas públicas de Ecuador encontraron uno en la provincia costera de Esmeraldas.
Ecuador también busca evitar el ingreso de los grupos armados que son parte de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El militar ecuatoriano precisó que hasta el momento no registraron enfrentamientos entre grupos armados, pero que encontraron “gran cantidad de municiones y explosivos” en una zona limítrofe con la provincia amazónica de Sucumbíos.
Colombia y Ecuador también cuentan con una vigilancia área que sobrevuela el límite fronterizo, confirmó Pico. En los últimos años esta frontera se convirtió en una ruta para el narcotráfico: trasladan cocaína hacia los puertos de la costa ecuatoriana, como el de Guayaquil y luego es enviada por vía marítima a Europa y Norteamérica.
En la ciudad colombiana de Pasto, fronteriza con Ecuador, fue capturado la pasada semana el ecuatoriano Wilder Sánchez, alias "Gato Farfán". Sánchez es considerado por las autoridades del país como el mayor narcotraficante de Ecuador. También lo señalan por presuntamente liderar un cartel llamado Nueva Generación Ecuador.
Según
el Informe Mundial sobre las Drogas de Naciones Unidas, Ecuador es el tercer
país de mundo que más drogas incauta, superado sólo por Colombia y Estados
Unidos, tras acumular más de 400 toneladas en los dos últimos años