La Dirección General de Aduanas detuvo una importación de monopatines, patinetas, cascos y rodilleras valuada en 48.955 dólares, al detectar que la firma importadora Kiddyland S.A. había presentado certificados de seguridad apócrifos. Así lo informó el organismo al precisar que secuestró la mercadería y elevó una denuncia ante la Justicia, a partir de la que podría aplicar una multa de más de 47 millones de pesos.
"La maniobra ilícita, una flagrante violación de la normativa vigente en materia de Seguridad en juguetes, podría haber expuesto a miles de niños a lesiones u otro tipo de complicaciones", señaló la Aduana en un comunicado.
La mercadería secuestrada incluye 3.136 patinetas y monopatines y 3.118 cascos con certificados de seguridad apócrifos, de los que cerca del 20 por ciento de los monopatines y patinetas (634 unidades) y alrededor del 12 por ciento de los cascos (360 unidades) no estaban declarados.
Al respecto, el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), Emmanuel Poletto, dijo que "todos los juegos y juguetes deben ser ensayados en laboratorios acreditados para obtener el certificado de seguridad de la Resolución 163/2005".
"Realmente es importante el trabajo realizado por la Aduana dirigida por Guillermo Michel al haber detectado esta maniobra. Es muy grave que una empresa importadora lucre con la salud infantil, es la primera vez que se detecta una falsificación de esta magnitud", agregó.
La Resolución 163/2005 sobre Seguridad en Juguetes exige que organismos avalados certifiquen la seguridad de los productos para niños como condición para su importación en aspectos como la toxicidad -no deben tener ftalatos como plastificantes-, la inflamabilidad y las propiedades físicas y mecánicas de las mercancías, que deben ser lo suficientemente seguras para evitar lesiones.